Miguel Matamoros

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Miguel Matamoros

Santiago de Cuba, Cuba, 08/05/1894 – Ídem, 15/04/1971

Fue un cantante, guitarrista y compositor cubano autodidacta que se dio el gusto de abordar prácticamente todos los géneros de la música popular de su país. Se le recuerda entre otras cosas por ser el compositor de los temas Lágrimas Negras y Son de la Loma, verdaderos clásicos del bolero y el son.

Infancia y musicalidad

Miguel Matamoros nació en un momento crucial. Una década antes se había compuesto el primer bolero, Tristezas, y un año después estallaría la Guerra de Independencia cubana. Vivió su infancia en Santiago de Cuba, ciudad que permaneció bajo el asedio de españoles y estadounidenses durante varios años.

Era hijo del marinero Marcelino Verdecia, quien tocaba la guitarra; sin embargo, éste abandonó a la familia y fue su madre, Nieves Matamoros, quien con su oficio de lavandera y planchadora lo levantó, al igual que a sus hermanos.

Pudo asistir a la escuela sólo hasta los 12 años, cuando debió trabajar para ayudar a la precaria economía del hogar, pero era un chico despierto y adquirió cultura general mediante la conversación con los adultos que le rodeaban. También fue monaguillo y, sin saber ni entender nada de latín, se divertía haciendo rimas en español a partir de las frases de la misa.

Con una armónica que encontró, aprendió rápidamente a tocar sones. Recuperó la guitarra de su hermano (quien no la usaba), y ofrecía serenatas para ganar algo de dinero tocando. Igualmente aprendió a tocar el cornetín chino, instrumento típico en la conga santiaguera.

Con 16 años de edad compuso su primera pieza musical, un bolero titulado El Consejo.

Mamá, Son de la Loma

A los 18 años debutó tocando en el teatro Heredia, en Santiago, donde trabajaba en diversas ocupaciones y seguía componiendo y cantando.

En 1922 compuso Son de la Loma, cuyo nombre correcto es Mamá, son de la Loma. La canción surgió de una pregunta que le hicieron cuando salía de una presentación: se le acercó la madre de una niña que quería saber de dónde eran ellos. «Son de la loma» quiere decir que son de Santiago (ciudad cercana a la Sierra Maestra), y «cantan en el llano» se refiere a La Habana.

Mamá, son de la Loma

Para 1924 Matamoros había conformado el Trío Oriental junto a Miguel Bisbé y Alfonso del Río, pero en La Habana hubo compromisos a los que Del Río no pudo asistir, por lo que contrató a Rafael Cueto, un guitarrista que luego le presentó al cantante Siro Rodríguez. Ellos tres constituyeron el Trío Matamoros, nombre que se decidió durante una grabación, sin saber que pronto harían historia en la música del continente.

La formación del trío era sencilla: Matamoros como director, guitarrista y voz principal; Cueto en la guitarra y Rodríguez como maraquero y segunda voz.

Trío o conjunto, el Matamoros brilla

Durante todos estos años, el compositor santiaguero alternó la música con diversos trabajos que le permitían ganarse el pan, pero en 1928 viajó con su trío a Nueva York, donde grabaron 21 temas para RCA Victor, todos compuestos por Miguel Matamoros y que fueron presentados al público con gran éxito.

El primer disco que salió a la venta contenía los temas Olvido y El que siembra su maíz, y se agotó enseguida: ¡por fin podía dedicarse completamente a la música!. A partir de ese momento hubo gran número de presentaciones y viajes, incluyendo giras a México, Europa y Suramérica, incluyendo Colombia, Curazao, Panamá y Venezuela.

En esta dilatada etapa fueron grandes éxitos los temas Promesa, Juramento, Mujer Celosa, El que siembra su maíz y Camarones y mamoncillos. Matamoros solía incluir la política en sus temáticas y de ahí canciones como ¿Quién tiró la bomba?, El voto y la mujer, El paralítico, El desastre del Morro y Regálame el ticket.

Dado el enorme éxito del trío, Miguel Matamoros solía variar el formato según las solicitudes de los clientes: a veces armaba un cuarteto, una orquesta o un septeto, manteniendo casi siempre el nombre Matamoros. Por eso puede encontrarse música grabada por el Trío, el Septeto o el Conjunto Matamoros.

La oportunidad de Benny Moré

La Segunda Guerra Mundial obligó a suspender las giras internacionales, así que mantuvieron la actividad en La Habana, y fue allí donde conoció a un cantante muy joven, llamado Bartolomé Moré (luego le dirían Benny), quien se incorporó con su gran talento al grupo.

Al final de la guerra, viajan a México con el Conjunto Matamoros, y al final del contrato el único que regresó a Cuba fue Miguel Matamoros. Le tocó reorganizarse con nuevos músicos y entre los que se incorporaron se cuenta a Francisco Repilado (Compay Segundo), quien luego brillaría con el Buena Vista Social Club.

Tras 35 años de carrera, Matamoros registró más de 300 canciones, cientos de grabaciones en varios países, muy especialmente sones y boleros, los géneros que identifican su música, aunque no tuvo temor de mezclar y experimentar sobre la base de los ritmos cubanos.

Se retiró de la música en 1960, con una presentación final en el programa de televisión Jueves de Partagas. El retiro no le hizo nada bien y luego él mismo confesaría que pasar de moda le hizo mal, y se dio a la bebida, lo cual probablemente contribuyó a la parálisis que lo afectó posteriormente.

Sus restos reposan en el Sendero de los Trovadores, en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, en su Santiago natal.

Vida personal

Miguel Matamoros se casó tres veces. En la década de los ’60 se separó de su segunda esposa, Juana María Casas, para reencontrarse con un amor de juventud, María Cuevas, quien le acompañó hasta la muerte.

Falleció, víctima de la parálisis y con una ceguera casi total, el 15 de abril de 1971, cuando contaba 77 años y tras haber cambiado para siempre la historia de la música cubana. Sus éxitos se siguen cantando y siguen apareciendo versiones de sus temas alrededor del mundo.

RECONOCIMIENTOS

  • 1995: El Instituto Cubano de la Música y otras tres organizaciones crean el Festival MatamorosSon, que se celebra cada dos años.
  • 2009: La Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba crea el Premio Internacional Miguel Matamoros, que se otorga a grandes músicos vinculados con Cuba.
  • 2011: Se develó su estatua de tamaño natural en bronce, en Santiago de Cuba.
  • 2020: Se devela una estatua de cera de tamaño natural en Bayamo, Cuba.
  • 2020: Debido a su natalicio y al de Miguelito Cuní, se celebra desde entonces el Día del Son Cubano cada 8 de mayo.
  • Varias ciudades de Cuba y México han creado o rebautizado calles con su nombre.

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