Bartolomé, Bárbaro, Benny, 60 años después

¡Cuéntale a los demás!

(RCA – 19/02/2023) Benny Moré es conocido como el Sonero Mayor de Cuba y esto es un título gigantesco, porque Cuba es la mata del son y de los soneros. Aunque todo el Caribe se contagió de son, dudo mucho que alguien tenga la osadía de siquiera pensar en quitarle la corona a Cuba. Y en la isla, la corona la lleva El Benny.

Eduardo Parra Istúriz

El personaje del que estamos hablando tuvo otro sobrenombre: “El Bárbaro del ritmo”, y por si fuera poco, tampoco se llamaba Benny. En realidad se llamaba Bartolomé Maximiliano Moré. ¿Y de dónde sacó ese apellido tan “chic”?

En esa historia, en la línea de su ascendencia se encuentra la explicación a casi toda la vida del gran sonero, nacido en Santa Isabel de Las Lajas, en la zona central de Cuba, región que hoy corresponde a la provincia de Cienfuegos.

Benny Moré nació el 24 de agosto de 1919 y pudo tener al menos cinco apellidos distintos al que finalmente llevó: la historia de los negros esclavizados pasaba por el cambio de dueño y, con ello, el cambio de apellido.

El tatarabuelo de Benny fue esclavizado. Era hijo del jefe de una tribu y se llamaba Gundo, pero al entrar al mercado de esclavos lo llamaron Ta Ramón Gundo Paredes (Paredes por el comerciante que lo vendía). Luego llevó el apellido Benítez (por la persona que lo compró) y finalmente quedó en manos del Conde de Moré (José Eugenio Moré y de la Bastida), y fue nombrado Ta Ramón Gundo Moré. Hoy podríamos estar hablando de Benny Benítez, por ejemplo.

Pero el orgullo de Gundo estaba intacto y logró emanciparse, así que fue un negro liberto y así murió, a los 94 años, conservando el apellido Moré por razones legales de la época. Él engendró junto a Julia Moré (otra esclava del mismo Conde) a una niña, también llamada Julia.

Esta segunda Julia tuvo seis hijos (la mayor fue una niña llamada Patricia) con un coronel del ejército mambí, llamado Simeón Armenteros y Calvo, que no reconoció a sus vástagos, así que Patricia Moré llevó el apellido materno. Por su parte, Patricia repitió la historia con un español y por eso su hija Virginia Secundina también es Moré.

Bartolomé Maximiliano tuvo 17 hermanos, siendo el mayor de todos. Su padre, Silvestre Gutiérrez tampoco aportó su apellido, así que el hijo de Virginia Secundina también fue Moré. Benny Moré.

Benny, un cubano típico

Por razones diversas, desde la conquista y hasta nuestros días, los habitantes de Cuba han conocido la pobreza y el dolor que de ella se desprende. Pero al mismo tiempo, los cubanos se cuentan entre las personas más alegres, festivas y musicales del mundo.

Benny Moré encaja perfectamente en este modelo. Hijo del abandono, de la esclavitud y de la pobreza, sufrió grandes carencias durante su infancia a pesar de los esfuerzos maternos por sostenerlo. Estas carencias cobrarían su tributo al final de la vida del sonero.

Sin embargo, desde la nada, Bartolomé supo surgir. A los 16 años comenzó a tocar la guitarra y poco después se fue a La Habana, donde cantaba en bares y cafés a cambio de monedas. Tres años más tarde, casi lo mata el paludismo, pero Benny sobrevivía como la cigarra, para seguir cantando.

Como muchos artistas, pasó en solitario por las emisoras de radio para participar en concursos a ver si cambiaba su suerte, pero no lo logró hasta integrarse al Septeto Cueto, con el cual triunfa en la emisora 1010 de La Habana; ya es 1944 y el Trío Matamoros está en uno de sus mejores momentos.

Siro Rodríguez, del famoso trío, escuchó cantar a Benny y lo recomendó para sustituir al mismísimo Miguel Matamoros en su conjunto (distinto y más amplio que el trío), una vez que aquel se enfermó de la garganta. Esta fue la oportunidad para que la voz de Benny se diese a conocer en grande, ya que se quedó de forma permanente. Matamoros se ocupó desde entonces de la dirección musical.

Primero, profeta en tierra ajena

En 1945 el Conjunto Matamoros viaja a México, donde Benny conoció a Juana Bocanegra Durán, con quien se casó al año siguiente. Es una etapa feliz en la que participa en varias orquestas simultáneamente.

Grabó con Pérez Prado temas como Pachito eché o Anabacoa, ganándose el mote de El Príncipe del Mambo, grabó con Mariano Mercerón los temas Me voy pal pueblo y Desdichado, pero también recibe una tentadora oferta para irse a Estados Unidos. Sin embargo, prefirió hacer un periplo latinoamericano que lo consagró como cantante, compositor y bailador.

Ver en el escenario a Benny Moré era un acontecimiento, por su voz, por su confianza frente al público y también por su movilidad y vestimenta. Sin embargo, a Benny se le conocía en todos lados menos en Cuba.

En 1952 decidió regresar, para grabar Bonito y sabroso, tema que hace referencia directa a esa relación directa entre México y Cuba que él también encarna. En La Habana brilló junto a uno de los pianistas más importantes de su tiempo, Bebo Valdés, poniendo de moda un tema llamado Ah Bárbara, y de ahí salió aquello del Bárbaro del Ritmo.

Más adelante, grabó Cómo fue junto a Ernesto Duarte Brito, para legarnos uno de los boleros más famosos de todos los tiempos. Benny se convirtió en un maestro de este género.

Gigante e improvisadora

Benny Moré componía, cantaba, tocaba y bailaba, pero no sabía escribir música, así que cuando se le ocurría alguna canción escribía la letrta o memorizaba la melodía e iba a donde Generoso Jiménez, su trombonista y compadre, para poner esto en el papel. Aún así, se estrenó como director musical con la Banda Gigante, una versión latina de las big bands que superaba a la orquesta de Pérez Prado o a la de Xavier Cugat. La Banda Gigante ponía a 40 músicos en escena: ¡la mitad de una sinfónica!

Con la Banda Gigante Benny volvió a salir de Cuba para cosechar éxitos en todo el continente. Esta banda tenía la particularidad de poder improvisar cuando su director lo solicitaba, por ejemplo, en medio de un tema determinado. Esto le daba un carácter único que hacía posible la amalgama con Benny.

Con esta orquesta actuó incluso en una ceremonia de entrega de los premios Oscar, tras haber pasado por Colombia, Haití, Jamaica, México, Panamá y Venezuela.

Cuando triunfó la Revolución Cubana, Benny Moré decidió permanecer en la isla, respondiendo negativamente a una oferta de trabajo por millones de dólares para que se fuera a Estados Unidos. El diálogo aproximado fue así:

-Está bien, me voy, pero debo llevarme a toda mi familia.
-No hay problema ¿cuántos son?
-Cinco millones de cubanos.

Venezuela y Benny Moré

Dos venezolanos han hecho historia al presentarse en Cuba. El primero que viene a nuestras mentes es el enorme salsero Oscar D’ León, cuya reinterpretación de los temas de Benny Moré son magistrales y además tienen el enorme mérito de haber refrescado estos temas, incluso para las nuevas generaciones de cubanos.

En conversaciones informales con amigos de Cuba, ellos han planteado que la visita y el tremendo concierto de Oscar en 1983 fueron importantísimos, apartando las razones políticas, porque “Él nos devolvió a Benny Moré, que mucha gente había olvidado o no lo conocían, y con Oscar regresaron muchos de esos temas a las radios…”

Y ciertamente, Oscar D’ León ha convertido varios de los éxitos de Benny Moré en parte de su repertorio fijo.

El otro venezolano que causó furor en su momento, fue Alfredo Sadel, el gran tenor que grabó (este sí), junto a Benny Moré en 1955, en los estudios de Radio Progreso. Cuando Sadel visitó La Habana, causó una verdadera locura, hubo mujeres que trataron de agarrar a Sadel, halarle el pelo, lanzaban ropa interior… ¡en 1955!

Lil Rodríguez nos cuenta que Medardo Montero era el responsable de la grabación del tema Alma Libre, seleccionado para el dúo Sadel – Moré, que contaba para esta ocasión con arreglos de Aldemaro Romero. A Romero se le considera el mejor ingeniero de sonido cubano, le relató de viva voz una anécdota correspondiente al mismo día de la grabación. Ahí les va:

«Hay que tener en cuenta que estas dos estrellas tenían hábitos diametralmente opuestos. Sadel era muy organizado, determinativo y sobrio. Benny Moré… ya sabemos, desordenado, bebedor, pero afinado y solvente.«, cuenta Lil.

«Sadel llegó puntual a la cita y, claro, le tocó esperar junto a Montero, porque el sonero no llegaba. Por instantes, parecía que se había perdido la oportunidad pero, conocedor de su “ganado”, Montero aconsejó esperar un poco más… hasta que apareció Benny en un estado intermedio entre la sobriedad y la borrachera, con lo que nuevamente, Montero intervino para salvar la joya que, él sabía, estaba a punto de grabar.«

«Grabaron varias tomas, pero en una de ellas hubo un pequeño error, y aún así, les dije ¡ésta es!” le relataba Montero a Lil: “jerarquicé el sentimiento y la calidad de interpretación por encima de un pequeño desliz, porque esa era la mejor versión y no se iba a repetir”. De modo que Alma Libre, con Sadel y Moré. No es perfecta, más se acerca a lo que yo…

Benny, uno y trino

Benny Moré es uno de los pilares de una trinidad de soneros mayores, que incluye en los otros dos extremos a Miguelito Cuní y al boricua Ismael Rivera. También es curioso que Benny, el Bárbaro y Bartolomé sean tres identidades que comienzan con la misma letra.

Tal vez esas trinidades lo acompañan porque desde su origen asimila los valores de tres razas; la música religiosa de los congos, la rumba negra y la trova tradicional.

Fallece como resultado de una cirrosis hepática, que ya había dado sus primeros síntomas en 1945, antes de irse a México. Vivió una infancia difícil, y sumó décadas de uso y abuso de su cuerpo, viviendo el trasnocho por trabajo, pero también por juego y por la bebida.

El 16 de febrero de 1963 se presentaba en Palmira, muy cerca de Santa Isabel de las Lajas, en donde fue a visitar a su madre antes del concierto. También antes de ese concierto vomitó sangre, debido a la ruptura de una variz en su esófago. Dice la lógica que debía cancelar todo; pero por el contrario, cantó como nunca.

Benny Moré regresó a La Habana ese mismo día y rechazó ser internado. Se dio cuenta de que eran sus últimos momentos, y falleció el 19 de febrero de 1963, tres días después de su última presentación en los escenarios.

60 años después, el mundo sigue bailando con él.

5 Comments

  1. 34 - Virgo - Radio Café Atlántico

    […] lo musical prepárense: Este 24 de agosto se cumplen 104 años del natalicio del Gran Sonero Mayor, Benny Moré, nacido en 1919, justo bajo el signo de Virgo. Su nombre era Bartolomé Maximiliano Moré […]

  2. Shayra Ramírez

    ¡Pero qué bonito y sabroso!

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