Toquinho, 50 (+2) años después

Eduardo Parra Istúriz

(RCA – 04/04/2022) La larga espera terminó. Toquinho por fin pudo cumplir el compromiso de celebrar los 50 años de Na Fusa (En La Fusa), un álbum que grabó en Buenos Aires junto a María Creuza y su gran amigo, Vinicius de Moraes.

Lamentablemente, en esta ocasión ninguno de sus dos cómplices de aquella ocasión estuvieron presentes. El gran poeta carioca falleció en 1980, y la voz maravillosa de María Creuza debió esperar otra ocasión, dado que su dueña se recupera de una dolencia cardíaca.

A pesar de las ausencias y de una espera impuesta por la pandemia del Covid-19, el recital fue un éxito rotundo. Toquinho lleva varios años trabajando junto a la extraordinaria cantante Camilla Faustino, cuyo timbre es muy similar al de Creuza.

Cuando se planificó, Camilla iba a ser una invitada especial para este evento, pero las circunstancias la convirtieron en protagonista, rol que cumplió con sobrada calidad. Por cierto, a escucharla se suma el placer de verla, muy segura y desenvuelta en el escenario.

¡Toquinho en Buenos Aires! Pero ¿Cuándo?

Toquinho sonó por primera vez en casa, en Caracas, en 1983, cuando mi abuela llevó el disco Acuarela (así, en español), de ese artista, sembrando sin saberlo una enorme admiración no sólo por él, sino por la música brasileña en general.

Ese Eduardo de 8 años no podía imaginar que casi cuatro décadas después estaría escuchando al bigotudo de aquella portada en un teatro de Buenos Aires. Y parece que efectivamente el universo conspiró de muchas maneras para que esto ocurriese.

Habíamos adquirido las entradas para este concierto en 2020, cuando lo vimos anunciado en las marquesinas del teatro Gran Rex. Sería un lindo regalo de pre cumpleaños, porque iba a ser en octubre.

Pero… pueden imaginar lo ocurrido: pandemia, cuarentena y nueva fecha: 1ro de mayo de 2021. Perfecto: el día del trabajador también era buena fecha. Poco después fuimos informados de una nueva suspensión, que trasladaba la fecha al 4 de septiembre de ese año. Ya no teníamos tanta confianza.

Efectivamente, el condenado virus nos mantendría encerrados aún más tiempo, así que hubo que esperar hasta abril de 2022. Entramos al teatro incrédulos y jubilosos. Dos horas después, salimos con la fe renovada y brillando de emoción.

La Fusa sin La Fusa

El álbum La Fusa también es resultado de una conspiración extraña. La dictadura brasileña obligó a Vinicius de Moraes a buscar su espacio afuera de ese país, y alguien tuvo la idea de juntarlo con María Creuza y Toquinho en un bar bonaerense llamado La Fusa.

Toquinho conoció a Vinicius en Buenos Aires y en esa época era un guitarrista talentosísimo, y también jovencísimo: 23 años. Pero se lució en todos los temas, como atestigua el disco que escucho mientras escribo estas líneas.

“Con una absoluta irresponsabilidade, accedimos a grabar el concierto”, relata Toquinho, en ese español edulcorado tan propio de los brasileños, “y aquí estamos, 50 años después, agradecidos con esta oportunidade de traer nuevamente nuestra música”.

La Fusa ya no existe, ni Vinicius, pero Camilla y Toquinho sí, así que ofrecieron un concierto que conservó el esquema original: batería, bajo, guitarra y voces. Lo que sí cambió fue el repertorio, porque de los 15 temas originales sólo conservaron ocho.

Repertorio perfecto

La voz de Camilla Faustino hizo honores a A Felicidade, Eu sei que vou te amar, Se tudos fossem iguais a você, y añadió el tango El día que me quieras. También se lució con Gracias a la vida, de Violeta Parra; y Samba em Preludio, a dúo con Toquinho.

El guitarrista a su vez se encargó de Minha Namorada, Berimbau y Garota de Ipanema, además de varios temas que no pertenecen al repertorio original, incluyendo, por supuesto, Acuarela.

Fue un concierto humano, cálido, con gran cantidad de anécdotas contadas por Toquinho, y una falla lamentable: el sonido enmudeció a Camilla durante Acuarela, privándonos de los contracantos que hacía (yo los imaginé y quedaban maravillosos). Aún así, ella pudo reivindicarse al cierre.

Gran concierto, y un público muy agradecido tras dos años de purita paciencia.