
Saludos, Ciudadanos del Caribe, un abrazo y mis respetos. Estas líneas que hoy les escribo acerca de la esquina de La Torre me salen por ese orgullo de ser caraqueño, de ser un enamorado eterno de mi Caracas y un enamorado de la historia de mi Caracas y de su música.
Como todos sabemos, nuestra Caracas tiene su música, música que en sus inicios fue maltratada por los moralistas y los ortodoxos del pentagrama, pero se perpetuó a pesar de ser catalogada como música de «gente de mal vivir», de mabiles, borrachos y de mujeres de dudosa reputación. Esa música, Ciudadanos del Caribe, es nada más y nada menos que el merengue caraqueño o merengue rucaneao, el primer genero urbano de nuestro país.
Primero comenzaré por presentarles el grupo que aparece en este vídeo, se trata de Los Cañoneros dirigidos por Ylich y Hely Orsini, con una trayectoria de más de 40 años.
Este vídeo salió a la luz pública el 25 de julio del año 2012, para conmemorar los 445 años de la fundación de Caracas, también para celebrar los 30 años del grupo y… nada mejor para celebrar esta doble celebración que con este tema titulado Esta es Caracas letra, música y arreglo de Ylich Orsini.
En esta grabación participaron los músicos:
- Andrés «Tapón» Romero – Trompeta
- Army Zerpa – Bajo
- Arnaldo Sánchez – Batería, percusión y coros
- Benjamín Brea – Saxo alto
- Hely Orsini – Rallo
- Isaac Narváez – Piano
- Salvador Sáez – Trombón
- Vadim Lasca – Coro
- Ylich Orsini – Cuatro
Y convocaron a los cantores invitados:
Hely Orsini, Horacio Blanco de Desorden Público; Cecilia Todd; Ramsés Meneses, rapero mejor conocido como McKlopedia, hoy fallecido; Arístides Barbella del grupo Malanga; el cantautor y productor Max Pizzolante; Francisco Pacheco y los cuatro miembros de Serenata Guayanesa, grandes cantores de nuestro país.
¿Y qué pasa con La Torre?
Ahora viene la historia y algunos preguntaran ¿Qué tiene que ver una esquina de Caracas con el merengue caraqueño y la música en general?… Vamos a la historia.

La esquina de «La Torre» está llena de historias, mitos y leyendas; entre esas leyendas una de un famoso fantasma enano que se le aparecía a los trasnochados enamorados y parranderos de la Caracas del Siglo XIX. Ésta se ha perpetuado en el imaginario popular de nuestra Caracas, tanto que aún uno ve a algunos transeúntes santiguarse al pasar por el lugar. Si no es por la Catedral, es por evitar toparse con el famoso enano.
Esto me lo han comentado personas a las que le pregunte por qué se santiguaban. Unos me decían «por ser católicos» (obvio) y otros me decían «para que el Santísimo me libre del enano». Como les acoté esto pertenece al imaginario popular y es respetable desde todo punto de vista. ¡Esa es mi Caracas!
La Torre en la historia
En torno a esta emblemática esquina sucedieron hechos históricos, dignos de recordar. El nombre de esta esquina se debe a la torre de la Catedral (al centro de la foto) que se erigió, según los cronistas, en 1665. La esquina ha sufrido mucho por los embates de la naturaleza (sismos), y era una esquina aristocrática, donde se congregaban los mantuanos de la época.
Por ejemplo, Juan Francisco de León llegó a Caracas con un movimiento precursor independentista, en contra de la Compañía Guipuzcoana. Él cultivaba cacao en Panaquire (Barlovento) y acampó con su gente en la plaza Mayor (hoy plaza Bolívar), e hizo que la noche del 20 de abril de 1749, dejasen las armas en la pared de la esquina de la Torre a Gradillas.
También de las puertas de esa esquina de La Torre, salio el presbítero Juan Vicente Echeverría, para entregar a José María España a las autoridades realistas para que lo enjuiciaran y posteriormente lo mataran.

En esta misma esquina de La Torre, el 19 de abril de 1810, Francisco Salias, conmina al general Vicente Emparan, para que regrese al Cabildo y forzar su posterior renuncia. Fue el primer paso a la Independencia.
Nos veremos de nuevo en la siguiente entrega…
[…] histórica. (Si no leíste la primera parte de este texto, te recomiendo dejar este y empezar por AQUÍ.) Tan, pero tan histórica es que en ella también se gestó otra historia que dio forma a lo que […]