Ariel Ramírez

¡Cuéntale a los demás!

Ariel Ramírez Servetti

Gálvez (Santa Fe), 4/9/1921 – Monte Grande (Buenos Aires), 18/2/2010

Ariel Ramírez fue un destacadísimo músico del Siglo XX argentino, recordado como uno de los máximos difusores de la cultura tradicional de su país, manteniéndose al frente de su compañía de folclore de 1955 hasta 1980. Fue autor de la Misa Criolla y de Alfonsina y el Mar, entre muchas otras obras.

Pianista y compositor, había «nacido para ser maestro” por tradición familiar: en su pueblo, Gálvez, los Ramírez eran maestros; como su padre Zenón o su tío Cantalicio, quien le comenzó a enseñar música. Su madre, Rosa Blanca Servetti, también era maestra. Además tenía cinco hermanos.

Maestro, pero no de escuela

Siguiendo la tradición, se graduó de docente, pero renunció al tercer día de ejercicio, para dedicarse a la música. Para ello estudió composición en Buenos Aires con el maestro Luis Gianneo.

Con apenas 20 años, conoció a Atahualpa Yupanqui, quien lo escucha y le aconseja viajar por el país para escuchar las músicas regionales (zamba, carnavalito, bailecito, etc). Ariel lo hizo y se llevó ese bagaje a Buenos Aires. Entonces se dedicó a tocar y componer. En 1946 grabó La tristecita, uno de sus temas emblemáticos.

En 1950 decide probar suerte en Europa y pasa cuatro años en Roma, presentándose en varios países. De regreso a América, pasa un año en Lima y finalmente regresa a la capital sureña.

Jaime Torres, Mercedes Sosa, Ariel Ramírez y Félix Luna

Es entonces cuando funda la Compañía de Folclore Ariel Ramírez, con artistas de distintas regiones del país y desde donde impulsó y apoyó a Jorge Cafrune, Jaime Torres, Raúl Barboza y Los Fronterizos, entre otros.

En 1965 compuso la Misa Criolla, que es su obra de mayor prestigio e impacto, al incorporar la música tradicional al repertorio eclesiástico. No obstante, es mucho más conocida Alfonsina y el mar, que se supone la canción argentina traducida a más idiomas. También es referencial Juana Azurduy, dedicada a la heroína de la independencia. Ambos temas fueron compuestos para el álbum Mujeres Argentinas (1969), de Mercedes Sosa.

El autor consagrado

Ariel Ramírez nunca abandonó los escenarios. Continuó sus giras y presentaciones tanto en su país como en el exterior. En 1980 escribió junto a Atahualpa Yupanqui La hermanita perdida, tema dedicado a las Malvinas y un año después Misa por la paz y la justicia. Todo esto en el contexto de la dictadura militar.

Pasó por tres matrimonios y tuvo tres hijos: Laura Elena (fallecida), hija de María Elena Espiro. Sus otros dos hijos, Mariana y Facundo, son hijos de Martha Rosalía Clucellas, su segunda esposa. La tercera, llamada Inés Cuello, le acompañó hasta el final.

Otra gran pasión de Ramírez fue la protección de los Derechos de Autor, desde que le plagiaron un tema en Francia. Conmovido, decidió trabajar en favor de los compositores y fue así como presidió la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic) en cinco ocasiones entre 1970 y 2005.

En 1992 se realizó un concierto homenajeando sus 50 años de trayectoria, y aún sumaria otros 18. Falleció a los 88 años, a causa de una neumonía. Sus restos reposan en el Panteón de la Sadaic, en el cementerio de Chacarita.

Epílogo

Con más de 500 composiciones, la trascendencia de su obra y legado lo han inmortalizado y se le considera una de las columnas del nativismo argentino, nombre con que se designa a los músicos urbanos que incursionan en los géneros del folclore.

Presentación de La Misa Criolla en El Vaticano.

En 2014 su hijo Facundo, también músico, dirigió la Misa Criolla en El Vaticano, frente al Papa Francisco, también argentino.


Nota del Editor: Ariel Ramírez comentó en una entrevista que Alfonsina Storni, la poetisa que inspiró Alfonsina y el mar, fue alumna de su padre, quien era profesor de literatura y la guió corrigiendo -o aplaudiendo- sus primeros poemas.

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