Último adios a «Morocho» Fuentes

¡Cuéntale a los demás!

Eduardo Parra Istúriz

(RCA – 02/03/2022) Esta madrugada falleció Remigio Antonio «Morocho» Fuentes, genio musical de la mandolina y del joropo oriental, Patrimonio Musical de la nación y referente obligatorio en la tradición venezolana.

Desde siempre conocido por “Morocho”, había nacido en un caserío llamado Piedra de Molé, en el estado Sucre, el 1º de octubre de 1954. Junto a él, en el mismo parto, nació su hermano Remigio Rafael, quien falleció con apenas 9 meses de edad. De ahí el eterno sobrenombre de “morocho”.

Cuando Remigio tenía siete años, comenzó a manosear los instrumentos musicales, guiado por su padre y por Marcelino Salazar. Se quedó con la mandolina, o como dicen en toda la zona oriental de Venezuela, el bandolín. Durante su juventud fue perfeccionando sus técnicas y capacidades hasta convertirse en un excelente intérprete. No pasaría mucho tiempo para que se destacase entre los tantos mandolinistas orientales.

Relata en su tesis doctoral el maestro Estelio Padilla lo siguiente: «Es muy interesante que el aprendizaje musical del “Morocho” Fuentes, era seguido de cerca por su padre, quién sí sabía advertir esos detalles que señalaban o delataban los avances que nuestro artista ya recibía por otros contactos y caminos. ‘Y, paíto préstame el cuatrico. Otra vez con el cuatro, este muchacho, que vaina… (risas). Está bien, agarra el cuatro. Y, ¿esa otra nota? Bueno, que me encontré con Juan Figueroa y entonces…’ Las nuevas notas de Remigio vienen del encuentro con los otros.»

Morocho y los otros

Entre las tantas celebridades con las que compartió escenarios, destaca por haber trabajado durante décadas como acompañante de María Rodríguez “La Sirena de Cumaná”, la más insigne de las cantoras populares del folclore oriental. Pero “Morocho” Fuentes no sólo trabajó con ella, sino que también hizo equipo con una larga lista de glorias de la música, entre quienes destacan o Daisy Gutiérrez, Gualberto Ibarreto, Hernán Marín, Hernán Gamboa o José Julián Villafranca.

En la misma tesis de Padilla se plantea: «El conocimiento previo que ‘El Morocho’ tendrá de los viejos cultores joroperos cumaneses, se evidencia limitado y con ciertas referencias. Los grandes nombres del joropo en Cumaná (Atanasio Rodríguez “Chiguao”, Daniel Mayz, Gerardo Oyoque, Chico Eloy), le vienen por contacto con segundos y terceros. Será su acercamiento y contacto musical con María Rodríguez, quien lo pone en el conocimiento musical de estos viejos artistas…»

No debemos dejar de mencionar su faceta como compositor, que también ha rendido abundantes frutos: son suyas las canciones El Cumanés, Llegando a Cedeño, Mi Bandolín, Puerto Sucre o Pa’Beto, esta última dedicada al maestro de la bandola oriental, Alberto “Beto” Valderrama.

Más allá de nuestras fronteras

Su talento indiscutible lo ha llevado a escenarios en tres continentes: el maestro llegó a China, Estados Unidos o Gran Bretaña.

En 2008, el Centro Smithsoniano para el Folclore y la Herencia Cultural (Smithsonian Center for Folklife and Cultural Heritage) grabó a algunos de los mejores músicos del joropo oriental en una selección que llamó “Maestros del Joropo Oriental”, y allí lo encontramos con su bandolín, junto a Mónico Márquez, Jesús Rengel, Alfonso Moreno y el mencionado “Beto” Valderrama.


En el año 2021, Remigio Fuentes arribó a sus 50 años de vida artística, lo cual fue ampliamente celebrado con conciertos y presentaciones en su honor.

Lamentablemente, esos conciertos y otras iniciativas también tenían como objetivo la recaudación de fondos para atender su salud, dado que desde hace tiempo el maestro estuvo luchando contra un cáncer que terminó por arrebatárnoslo. Hoy, sus alumnos, seguidores, allegados y amigos demuestran su admiración y dolor en las redes sociales.



One Comment

  1. El Profe Acuña - Radio Café Atlántico

    […] fue un dolor cuando el extraordinario cultor cambió de paisaje. “Hay que estar pendientes del Morocho Fuentes, y apoyar”. “Hay que apoyar a la familia de Chico Mono (Francisco Cortesía)”. Y el profe […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *