Salseros unidos en rescate de sus espacios

Pertenezco al gremio de los salseros: para quien me conoce quizás suene trillado escucharme hablar de lo mismo cuando digo que, a excepción de algunos géneros que me sirven para de alguna forma «descansar el oído», puedo escuchar salsa todos los días, y sé que muchas personas comparten mi gusto.

Los salseros de la mata

Voy a hablar un poco de historia y traigo a colación lo contenido en nuestra cuarta revista Swing Latino, de enero de 1978, en un reportaje realizado por Ángel Méndez con fotos de Fernando Sánchez: «La Descarga de Los Barrios: un show verdaderamente popular».

Señaló el artículo en aquella oportunidad que los músicos de distintas orquestas se reunían semanalmente para llevar alegría y distracción a quienes no podían pagar una entrada al lujoso Poliedro de Caracas.

La finalidad de esta descarga en aquel entonces era que esos músicos llevasen un poco de alegría y sana distracción al pueblo: influir en esa generación que habitaba los barrios caraqueños y animarlos a unirse a ellos, por si el interés les nacía al verlos ejecutar sus instrumentos, además de combinar la salsa con el deporte.

Pretendieron con estas reuniones ir más allá de sus límites y además darse a conocer por su propia gente. La idea era que todos los músicos del país para esa época se presentaran ante el pueblo y así disfrutaron de diferentes participaciones.

¿Qué pasó con la salsa?

Por todo lo acontecido en los años posteriores, el viernes negro y otros hechos sociales y políticos la salsa perduró en Venezuela por algunos años, hasta la imposición del merengue, que una industria fuerte e interesada en el público venezolano manejó desde afuera, logrando posicionarlo.

La caída de la Fania, monopolio disquero de la salsa, también afectó a los países que recibían a sus artistas de forma periódica. Con ello vino el declive de ese ritmo, aunque fue rescatada por la salsa erótica, que no duró mucho. Esta dio paso a la salsa romántica con artistas nuevos y otros ya consagrados que se incorporaron a este estilo para mantenerse a flote.

En Venezuela surgieron en esa epoca Hildemaro, Erick Francheski, La Orquesta Bronco de Venezuela, Carángano; Silva y Guerra, y tantos otros que dieron un nuevo impulso al movimiento salsero. Quizás los puristas de la salsa, (como los llamo) dirán que no sucedió así, pero créanme que mi opinión va mucho más allá de participar dentro de ese movimiento como músico, pues lo hice como consumidora final.

Lo demás sin duda es historia ampliamente conocida y discutida; observamos como emisoras de la época que se estaban constituyendo en Circuitos Radiales en frecuencia modulada sustituían los viejos cánones y rescatan el estilo de la salsa dura, que nunca se fue, solo «estaba de parranda».

Los sellos disqueros vigentes para la época apoyaban tanto la salsa romántica como la salsa dura y se abrió la brecha pero, al poco tiempo, desaparecieron; y con ellos el apoyo al artista nacional, a quienes se les complicó darse a conocer.

¿En dónde andan los salseros?

Ese panorama no ha cambiado y sigue siendo una proeza para los músicos que el público conozca el trabajo que realiza, por eso algunos ya consagrados nacional e internacionalmente dicen que en Venezuela no hay generación de relevo.

Nada más lejos de la realidad. Lo que pasa es que «bolsillo records» no siempre es suficiente para autofinanciar ese trabajo que tanto cuesta parir a ese músico, con sus pro y contras, con sus altas y bajas, pero su hijo al fin: su obra.

Swing Latino no ha parado (a pesar de las breves receso a los largo de estos cuarenta y cuatro años), y sigue apoyando el talento internacional, pero sobre todo al nacional, a través de nuestros escritos y programas radiales.

Ojala algún día pudiésemos cristalizar la televisión como mi padre lo manifestó en tantas oportunidades, pero, mientras tanto hacemos nuestro trabajo.

Por esta razón y porque vivimos para y por la música sin tocar un instrumento, decidimos apoyar los movimientos en los barrios, comunidades y organizaciones que se unan solo con el propósito de rescatar los espacios salseros.

¡Salseros del mundo, uníos!

Es por esta razón que asistimos como ponente, junto con Florencio Betancourt, Maike Campos y José Orellán, todos pertenecientes al Grupo de Whatsapp «Solo Salseteo», en donde se organizó por decisión de sus participantes, melómanos fanáticos de la Salsa, al Primer Conversatorio de Salsa en La Victoria, Estado Aragua.

El evento se dio en el Sector Cuatro de Las Mercedes, en la emblemática y famosa Cancha Madera 15, contó con la colaboración de los miembros de este grupo, de la Alcaldía, y de patrocinantes privados.

Allí se logró convocar a un público ansioso de conocimientos y luego de un “vente tu” por parte de los músicos y mucha salsa de la buena para bailar, convirtiéndose en un día lleno de nuestro sentir latino caribeño, unidos solo por el sano esparcimiento y por la alegría de compartir un gusto en común.

Por otra parte, asistimos a la invitación que nos hicieron el sábado 21 de Mayo, en la cancha del CIDRE en El Valle (Caracas), que merece convertirse en el centro de reunión del publico salsero. Sobre todo es importante que conozcan tanto talento que, de seguro, esta populosa Parroquia no sabe que tiene, llevando y brindando su talento.

Allí acudieron para la musicalización DJ Scotty y Dj Jefferson Punto Latino, junto a las presentaciones de Wendy Abache, Bárbara «La Nena del Swing», Darling Uzcategui, Freddy «El Príncipe de la Salsa Romántica», Siete Son Rumberos Sextet, y La Orquesta Salsarao.

Todos los mencionados son músicos que llevan tiempo en el medio, tratando de darse a conocer, y definitivamente en la unión esta la fuerza. La salsa debe volver al barrio, a nuestros espacios naturales.

Invitamos a todos a organizarse, reunirse y sobre todo trabajar en comunión para la consecución del propósito que no es más que resaltar el talento nacional y ser reconocidos como los excelente músicos que son.

Swing Latino como siempre estará allí para apoyar estas iniciativas.
¡¡¡Ponle Sabor!!!!
Giogerling Méndez