Luto cuádruple en el Día de la Candelaria

Eduardo Parra Istúriz

Brillante lucero, Candelaria hermosa, quisiste en tu día llevarte contigo, en pos del cielo, a seres de una iluminación especial. El Día de la Candelaria, que suele ser de celebración, que contiene el ritual de recoger los muñequitos del nacimiento y embojotarlos con papel periódico dentro de un baúl hasta fin de año, hoy queda postergado ante el dolor de tanta muerte.

Hoy han fallecido cuatro personas importantes para el acervo venezolano y no podemos hacer menos que rendirles honores.

Tirsa Álvarez Padilla

Si de algo está orgulloso el pueblo de Carayaca, hermoso enclave del estado La Guaira, es de una agrupación musical de cuya trascendencia no hay duda. Se trata de Las Voces Risueñas de Carayaca.

Hoy esas voces no son tan risueñas; hoy lloran por la pérdida de su fundadora, Tirsa María Álvarez Padilla, quien acababa de cumplir 89 años, porque había nacido el 28 de enero de 1933 (en su registro aparece el 4 de febrero).

Su inquietud por la cultura la llevó, hace más de siete décadas, a plantearse un proyecto musical que concretó en diciembre de 1950, y que como está a la vista, ha logrado superar todas las barreras que se le han aparecido en el camino.

Tirsa nunca abandonó el trabajo de la agrupación y su vida se caracterizó por la entrega a la cultura y en general, al compartir con todos lo mejor de lo que tenía. Descansa ahora con la certeza de que su sueño, Las Voces Risueñas de Carayaca, se hizo realidad y de ese modo ella sigue entre nosotros.

Ana María Reyes Lovera

Hoy también es un día triste para Coro, la primera capital venezolana, puesto que ha fallecido Ana María Reyes Lovera, antropóloga y profesora universitaria que fue la principal impulsora del nombramiento de Coro, y de La Vela de Coro, como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, por parte de la UNESCO, trabajo que realizó mucho antes de que existiesen instituciones dedicadas a tales menesteres, como actualmente lo hace el Centro de la Diversidad Cultural.

Su famosa casa azul fue refugio de artistas, escritores, pintores, periodistas. Fue siempre un espacio de cultura; allí escribió Miguel Otero Silva su famosa Oficina Número Uno.

Amén de antropóloga, Ana María Reyes, nacida el 15 de noviembre de 1937, fue socióloga. Como no estaba conforme con dejarle el nombramiento patrimonial a Coro, también parió a Gustavo Báez (cineasta, ya fallecido) y a uno de los músicos más importantes de la actualidad venezolana: el guitarrista Aquiles Báez, extraordinario intérprete y compositor, pero además productor musical, responsable en buena medida del crecimiento y difusión de la música venezolana en las últimas décadas.

Jesús Franquis

Todos hemos escuchado las canciones de Alí Primera y sabemos que hay profundidad lírica. Pero también hay profundidad musical desde sus primeros álbumes, responsabilidad del equipo conformado por el mismo Alí, Emiro Delfín, y Jesús Franquis, quien se encargaba del bajo.

Jesús Franquis nació en Caracas y además de bajista, era percusionista y fotógrafo, de modo que entre las muchas tareas que realizó se cuenta el registro, tal vez el más numeroso y completo, del periplo arfístico de Alí Primera, del cual él mismo formaba parte.

A Franquis lo vimos en 2014 cuando acompañó, nuevamente junto a Emiro Delfín, al trovador paraguayo Aldo Franco, quien realizó un hermoso homenaje a Alí. De allí procede la foto que acompaña esta nota.

Ignacio Hernández

José Ignacio Hernández fue un maestro de la bandola que requería una operación para corregir una falla cardíaca, y lamentablemente no tuvo tiempo.

Lo encontramos en las filas de numerosas agrupaciones, como decimista aventajado, como profesor de música en numerosas instituciones, y también como transcriptor de cientos de canciones populares al lenguaje de las partituras y tablaturas para la bandola.

Más detalles en la nota que hicimos en su recuerdo. VER NOTA