Rogelia Medina Romero
La Guaira, Venezuela, 06/03/1939 – Caracas, Venezuela, 04/07/2023
Canelita Medina, La Dama del Son, también llamada La Sonera de Venezuela y el Caribe, fue la máxima exponente del son cubano en Venezuela, reconocida internacionalmente por su trabajo. Fue pionera como voz femenina que abordó tales ritmos en su país.
Nació en La Guaira, del vientre de Concepción Medina de Romero, quien además dio a luz otros 6 hijos con Reyes Luciano Romero, carpintero y albañil, y quien tocaba la guitarra eventualmente. Su prematura muerte a causa de una trombosis fue una tragedia que modificó radicalmente la vida de la familia.
Inicios musicales
Rogelia creció con tambor, alegría, cadencia y música. Admiraba a Celia Cruz y desde sus comienzos y durante 19 años vivió artísticamente bajo su sombra, cantando sus canciones.
Cantaba desde 1953. Tenía apenas 16 cuando participa en el programa radial Buscando estrellas, donde pierde aparatosamente ante Luisín Landáez. Pero a la semana siguiente repite y gana, porque la Sonora Caracas, banda de planta, le permitió ensayar antes. Y con ellos se quedó trabajando.
En 1955 grabó con ellos Canelita, tema que contiene el nombre artístico (inspirado en el color de su piel) que le asignaron los animadores de Buscando Estrellas, Henry Altuve y Pedro Zárraga.
Mientras la Sonora Matancera grababa con cantantes consagrados, como Bienvenido Granda, Víctor Piñero, Alberto Beltrán y Daniel Santos. Canelita reinterpretaba ese repertorio con la Caracas, pero también graba su segundo tema, Hechicera.
En 1956 se da un mano a mano entre ambas sonoras en el Teatro Libertador de Maiquetía y Canelita alcanzó su sueño de conocer y cantar al lado de su admirada Celia Cruz.
Unas décadas después…
Canelita ya es muy conocida en Venezuela y en 1966 grabó Bésame Negro junto a Víctor Piñero. Luego participa en la grabación de un álbum del Combo Iris, donde interpretó temas como: Pompo, El Cucú, La Bomba De Teresa, Puente Sobre El Orinoco y Ritmo Tropical.
Pero en 1968 Canelita decide retirarse de la música, que no le ofrecía suficientes ingresos, y busca un empleo fijo. Su retiro duró cerca de 8 años. Aún así, en 1971 hace una excepción para grabar el álbum Soroso junto a Las Estrellas Latinas. Allí aparecen El Merengue Retozón, No Le Digas Na y Matuzalen.
El gran regreso se produce en 1976, junto a Federico y su Combo Latino, grabando en cuatro LP entre ese año y el 78: Sabor (1977), Ayer Y Hoy (1977), Mis Éxitos Y Mas… (1978) y Federico y Su Combo 78.
Tras estos éxitos inicia su carrera como solista con el LP Sones y guajiras, que contiene Rosa Roja, Guajira Ven y Yo no escondo a mi abuelita. Este álbum es un clásico de la salsa de Venezuela.
Canelita también grabó junto al Sonero Clásico del Caribe, El Trabuco Venezolano y, más recientemente, con la orquesta de Andy Durán.
No hay que olvidar que Canelita también tuvo fama internacional; compartió escenarios con artistas como la Orquesta Aragón, El Gran Combo de Puerto Rico, La Sonora Ponceña, Los Hermanos Lebrón, Richie Ray y Bobby Cruz; con Oscar D’León, por supuesto; y en fin, con los más brillantes talentos del orbe salsero.
La grandeza de la humildad
A pesar de su enorme calidad interpretativa y de los altísimos lugares que ocupó, Canelita nunca pecó de vanidad; era una mujer humilde, dulce y agradecida. Lo mismo recibía un homenaje por todo lo alto, como asistía a un programa radial en una emisora con escasos recursos (lo sabemos por experiencia).
Su colaboración con Yordano en los ’80 abrió las puertas para el futuro brillante de su hija Trina Medina, producto de su único matrimonio con el pianista de la Sonora Caracas, Alfredo Sojo.
En 2018 Canelita Medina celebró sus 65 años de carrera acompañada de la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho y fue constantemente homenajeada en sus últimos años, especialmente por el Sonero Clásico del Caribe y el maestro Andy Durán, cercanos y entrañables.
Finalmente, con la misma discreción que la caracterizó toda su vida, falleció a los 84 años de edad, para el dolor del son y del mundo salsero en todo el continente.
Muchísimas gracias desde lo más profundo de mis sentires. Hoy no encuentro palabras para describir lo que Rogelia Medina significa en mi vida. Ella es y será el pacto de amor que ningún ser puede disolver. La Divinidad nos volverá a encontrar en un valle de luz sonora con un abrazo infinito. A todos sus fans muchísimas Gracias.