Orozcojam, una obra maestra de César Orozco junto a su proyecto Kamarata Jazz, es a nuestro parecer, la propuesta más atrevida y rompedora que grabó Guataca Producciones desde su fundación hasta ese momento.
No es que otros álbumes de Guataca no fuesen geniales; pero las agrupaciones que entonces había en el catálogo se dedicaban a la música venezolana en formatos más tradicionales. Por eso, en ningún otro se podía encontrar tal variedad de géneros internacionales, tal diversidad orquestal y sobre todo, en ningún otro se había profundizado tanto en el arte de fusionar todo aquello.
Mi anécdota personal con este álbum es graciosa: cuando escuché Frutero vende maní por primera vez, quedé asombrado por la capacidad que tenían “esos dos pianistas” para fusionar, en una misma introducción, la entrada del merengue venezolano El Frutero (5×8) con las notas iniciales un tema archiconocido como El Manisero, un son cubano (4×4). Son ritmos incompatibles.
Me quedé con esa impresión e inmediatamente llamamos a César Orozco para invitarlo a nuestro programa radial Café Atlántico, que en aquel entonces se emitía en Radio Fe y Alegría, una AM en Caracas, pero antes de ir al programa, nos hizo llegar entradas de cortesía para un concierto en que presentaría el nuevo álbum.
En el teatro, desde mi asiento, muy cerca del escenario, veía un solo piano y nada indicaba que un segundo pianista o tecladista estuviese planificado. No recuerdo el orden de los temas durante el concierto, pero cuando empezó la introducción de Frutero vende maní entendí que César Orozco hacía TODO él solo: “esos dos pianistas” eran en realidad uno solo, pero uno genial.
El camino hacia Orozcojam
César Orozco es cubano, hijo de Daniel Orozco, uno de los más destacados maestros de música de Cuba y un estupendo arreglista, lamentablemente ya fallecido. La formación musical de César estuvo, por tanto, en manos de un inmejorable tutor desde un principio.
“Mi papá escuchaba mucho a Simón Díaz y disfrutaba la música venezolana, por eso yo crecí escuchando los ritmos venezolanos a la par que los cubanos, y por supuesto música académica” nos contó César en la entrevista radial que hicimos poco después del concierto.
Cuando tenía 18 años, nuestro pianista viajó a Venezuela con el fin de profundizar sus estudios musicales y se mezcló con otros artistas en el mismo ambiente. Trabajó junto a la gran cantante de jazz Biella da Costa, reclutado por Álvaro Falcón, y también se enamoró de la violinista venezolana, Zamira Briceño, ¡que hoy es su esposa!.
La cosa es que en Venezuela desarrolló rápidamente sus capacidades para mezclar los retazos culturales que tenía en su cabeza y el resultado es excepcional. Por eso, Orozcojam es el resultado de una mezcla única. César es uno de los pocos artistas no venezolanos que formó parte de la Movida Acústica Urbana (MAU), un movimiento integrado por seis agrupaciones entre las que se destacaron Kapicúa, C4Trío o Los Sinvergüenzas.
Kamarata Jazz es el ensamble que César Orozco integró en su momento para acompañar sus trabajos, y estuvo formado originalmente por Euro Zambrano (pailetería) Vladimir Quintero (percusión) Rodner Padilla (bajo) y Jorge Glem (cuatro), aparte de él mismo. Jorge y Rodner también son parte de C4Trío.
Orozcojam, el jam de César
En el jazz se conoce como “jam” a un encuentro en el que los músicos comienzan a improvisar sobre una línea melódica, alternándose el liderazgo según va avanzando el tema, pero también se aplica a los encuentros de músicos que, sin ningún plan establecido, dan rienda suelta a su creatividad.
El tema que da nombre al disco ocupa el cuarto track y es probablemente el más jazzístico de todo el álbum, con pasajes por el son, el joropo y el samba, todo en un mismo tema. Se destaca aquí Pablo Gil, un maestro del saxofón.
Para Orozcojam, César apeló parcialmente al concepto del jam: reforzó su ensamble con invitados y aprovechó al máximo los recursos que tenía a mano, dándole a todos la libertad necesaria para desarrollar su talento, aunque claro, dentro de un esquema con arreglos muy bien establecidos. No es contradicción, como denuestra el soneo de Marcial Istúriz en Frutero vende maní.
Como ya había grabado el disco Ébano y Marfil junto a Betzayda Machado, ella fue otra de las voces elegidas para este trabajo. Betzayda brilla en el merengue Barlovento, de Eduardo Serrano. Luis Fernando Borjas también es solista en este tema. Pero antes habremos disfrutado de Biella da Costa, con su estupenda interpretación en Ese mar de Otilio Galindez.
Una maravillosa sorpresa es la presencia del Sexteto de cuerdas Amazonas, en el que participa Zamira Briceño, para otra interesante fusión: Guajira porteña, que amalgama el ritmo cubano con el sentimiento tanguero.
No falta un clásico vals caraqueño, Dama Antañona, que recibe un tratamiento preciosista en solo de piano, mientras que en Quirpland y Apure en un viaje queda patente la relación que el pianista estableció con el joropo llanero, aderezado con armonizaciones muy complejas y percusión de costa en el último caso.
El cierre del álbum es un son al que César llamó Café, tabaco y azúcar: más cubano no se puede. Los dejamos con la ficha técnica y el enlace para que disfruten este trabajo genial.
Ficha técnica:
Artista: César Orozco & Kamarata Jazz
Título: Orozcojam
Año: 2010
Sello: Guataca
País: Venezuela
Temas:
- Frutero Vende Maní (Moises Simons / Cruz F. Iriarte)
- Ese Mar (Otilio Galíndez)
- Guajira Porteña (César Orozco)
- OrozcoJam (César Orozco)
- Dama Antañona (Francisco de Paula Aguirre / Leoncio Martínez)
- Barlovento (Eduardo Serrano)
- Quirpland (César Orozco / Folklore)
- Piano Callao (César Orozco)
- La Triste Mirada (César Orozco)
- Apure En Un Viaje (Genaro Prieto)
- Café, Tabaco & Azúcar (César Orozco)
Duración total: 58’23”
Artistas:
Kamarata Jazz:
Bajo eléctrico: Rodner Padilla
Cuatro: Jorge Glem
Piano, Programación y Teclados: César Orozco
Pailetería: Euro Zambrano
Percusión y congas: Vladimir Quintero
Invitados:
Contrabajo: Gonzalo Teppa
Saxo alto: Julio Andrade
Saxo soprano: Pablo Gil
Saxo tenor: Julio Andrade, Pablo Gil
Trompeta: Gerald «Chipi» Chacón
Batería: Adolfo Herrera, Carlos Romero
Bumbac: Yonathan Gavidia
Culo ‘e Puya: Yonathan Gavidia
Maracas: Caryacenri Orozco
Percusión: Diego Álvarez
Percusión menor: Yonathan Gavidia
Timbales: Carlos Romero
Coros: Betsayda Machado, César Orozco, Gonzalo Teppa, Marcial Istúriz y Zamira Briceño
Voces solistas: Betsayda Machado, Biella Da Costa, Luis Fernando Borjas, Marcial Istúriz.
Sexteto Amazonas:
Violín: Laura Pérez, Zamira Briceño
Viola: Laura Valenzuela
Cello: Angela Ramírez
Contrabajo: Nora Arenas
Arreglos y Dirección Musical: César Orozco
