08 – Johnny Pacheco, contra su voluntad

¡Cuéntale a los demás!

Para la mayoría de la gente, el nombre de Juan Zacarías Pacheco no dice mucho, pero al cambiar a Johnny Pacheco, se iluminan las miradas porque la memoria reconoce a un salsero legendario que llegó a ser, junto a Jerry Masucci, dueño de un verdadero imperio de la música: Fania Records.

Hay algo de lo que se habla poco y es que, como un contrapeso a la rigidez de su socio, Johnny era un bromista y siempre andaba de bueno humor. El violinista Alfredo de la Fe planteó que Pacheco tenía una forma de ser que los relajaba en los ensayos, por complicados que fueran.

Pacheco, Alfredo de la Fe y Harlow

“Yo siempre he dicho que los ensayos de la Fania creo que eran mejor que las presentaciones, porque en los ensayos estábamos alegres, unidos. Johnny se me acercaba y me tarareaba frases de violín en el oído para que yo lo hiciera en los conciertos”, comenta.

Malos divorcios

Pacheco tuvo gran éxito en 1959 con el tema Acuyuyé, cuyo título es una palabra del idioma ñáñigo que significa alegría. Pero en lo personal, el flautista y director de orquesta se acercaba a su primer divorcio, del cual salió con pocas posesiones personales, dado que debió dividir sus bienes.

De ese divorcio salió algo bueno: la amistad con el abogado que lo representó, el italoamericano Jerry Masucci. El mismo que luego se dejaría convencer para montar el imperio Fania Records. Y el mismo que más adelante, harto de los excesos de los músicos, le reclamaría a Pacheco que los controlara, porque el desorden no era normal.

Pero esos músicos eran una mina de oro. La Fania era un negocio impresionante. Pacheco y Masucci amasaron una enorme fortuna, que luego Pacheco perdería, hasta terminar sus días en la pobreza. Terminó perdiendo la Fania, los derechos de autor, los derechos de producción y hasta sus grabaciones.

Contra su voluntad

Uno de sus biógrafos, el locutor Eugenio Pérez, contó que Pacheco le dio órdenes precisas: “cuando me muera yo quiero que tú le digas a la gente, y que no se olviden de poner en mi epitafio estas palabras…” y es así como, siguiendo las instrucciones del dominicano, en su tumba puede leerse: “Aquí se encuentra Johnny Pacheco en contra de su voluntad”.

One Comment

  1. Florencio Betancourt

    Guaaao… Desconocía esa anécdota, gracias

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