La versátil cantante y chelista cubana Sada presenta su más reciente sencillo, Negrita, que reivindica no sólo su color, sino que se afinca en sus raíces africanas con una canción de cuna compuesta por ella misma, que se inspira en su historia personal y llevó al guaguancó.
Eduardo Parra Istúriz
(RCA – 19/05/2025) Pocos géneros contienen de forma tan clara las raíces identitarias de los pueblos como las canciones de cuna; las nanas. Canciones como Drume Negrita, Duerme mi Tripón o Duérmete mi niño son parte de esta tradición que llega a nuestros oídos desde la más tierna edad. En el arrullo se transmiten los genes culturales que desarrollaron abuelas y bisabuelas, pasando de cuna en cuna.
Este sencillo de Sada se apoya en esta preciosa herencia para llevar un mensaje ancestral, ahora aderezado con el lenguaje musical en el que se destaca: guaguancó, violonchelo, voz y jazz latino. Todo esto cantado en una mezcla de español y yorubá, lengua que recibió directamente de su padre, nacido en Benín.
Sada es madre de una niña a quien le dedicó el tema. “Esta canción es mi manera de cantarle amor, protección y raíz. Es una canción de cuna, pero también un manifiesto de identidad. Es la mezcla de lo que soy: una mujer afrocubana, artista, hija, madre espiritual y guardiana de una memoria ancestral”, plantea.
Lejos de lo que puede pensarse en la óptica cerrada de muchos espacios y como bien sabemos los latinoamericanos, la palabra Negrita no tiene nada de discriminatorio. “Viene del amor más profundo, como me la decían a mí en mi casa”, plantea Sada, quien a pesar de ser una artista poco conocida en el resto del continente, tiene ya una carrera sólida en Estados Unidos, donde reside.
La chelista, compositora y cantante ha participado en colaboraciones con gigantes de la industria como Jennifer López o Bjork, y en 2020 fue parte de la presentación de Shakira en el Super Bowl, lo cual da fe de su nivel. Sin más qué decir, les dejamos el sencillo Negrita para su disfrute.