Conversaba con Jairo Aponte, amigo y ahijado en la salsa, acerca de la pandemia musical que nos ha caído encima en estos días tan nefastos para los salseros de acá. No es tarea fácil analizar el bochorno, pero siempre amanece y nuestros colores no están cubiertos por la vergüenza.
En esas cavilaciones estábamos cuando Jairo, de Puerto Cabello, me dice: “En medio de todo te tengo una buena noticia: Mauricio Silva acaba de producir un tremendo álbum con temas de la Sonora Matancera, y va por más. La historia de lo que ha hecho es apasionante”.
Y bueno, evocar a Mauricio devuelve el pensamiento a Cheo Linares, al Experimental “Madera”, a “La Crítica”, a Mariana La Sonera, a “Malecón” de Barquisimeto, a Watussi, a Troy Purroy, al que prácticamente vimos nacer para el combate musical: “Si no sabes/no te metas/la rumba es pa’ Generales”.
Con Mauricio Silva el cordón umbilical del afecto pasa por la admiración y el respeto y por las plegarias que todos los salseros elevamos para que superara el Covid 19, como efecto superó. Inolvidable aquella angustia del amigo al pensar que no pudiera tocar su trombón. Na guará. Oraciones dobles.
Mauricio le adelantó a Jairo que la disquera J&N Récords, establecida en Miami, logró un acuerdo con los herederos del repertorio de la Matancera para volver a grabar bajo ese nombre y Mauricio fue escogido para la producción de esta nueva etapa de la Sonora.
Esta noticia nos coloca en la pista de muchos eslabones que estaban por ahí, perdidos, comenzando por el nombre, registrado por Rogelio Martínez y que se ha podido retomar; está el repertorio, y Mauricio señala que lo que hay inédito (grabado pero no publicado) es mucho.
Lo que hemos escuchado tiene la marca de Mauricio y respeto por lo originario.
Bueno conocer en junio lo que está haciendo Mauricio. ¿No es además el mes del artista venezolano?