Se transforma en alegría saber que la Vigésima Feria Internacional del Libro que comenzó el pasado jueves en los espacios de la Galería de Arte Nacional tiene como escritor para homenajear al profesor Benito Irady. Gracias ministro Villegas, gracias Raúl Cazal, y a los que propusieron el nombre de quien en lo profesional y personal cuenta con mas devotos de los que muchos imaginan.
El profesor Irady de manera sostenida ha aportado al país importantes investigaciones hechas en nuestro territorio en materia cultural, realizadas de manera directa, “in situ”, lo que ha permitido crear otra óptica de análisis, absolutamente participativa y protagónica.
Personajes, tradiciones, rituales, instrumentos, géneros musicales, y muchos aspectos más del hecho cultural han sido abordados por el profesor Benito Irady sin otro objetivo que visibilizar esa parte de nuestra identidad que estuvo oculta, sometida al vaivén de coyunturas y circunstancias. Y mientras nos fueron inculcando “ídolos culturales” las investigaciones del profesor Irady nos fueron mostrando al eslabón perdido, hallado, para fortuna nuestra como pueblo.
Ya no se trata de los Patrimonios Culturales Inmateriales de la Humanidad de Venezuela. En todos ha intervenido su sapiencia, decoro y rigurosidad. Ahora se trata de que nuestro pueblo se acerque a la obra escrita del profesor Benito Irady, plasmada en libros, entre los que destacan El Libro de Cruz Quinal, Un siglo con María Rodríguez, y La Caja de los Truenos. Muchas antologías narrativas del país y del mundo, así como revistas y publicaciones incluso del Centro de la Diversidad Cultural muestran su obra.
Desde el pasado jueves 11 y hasta el 21 en la FILVEN, entre alegrías y hallazgos será protagonista el profesor Benito Irady, el que busca con ahínco lo que genuinamente nos representa, para resguardarlo.