Foto: Johannes Hernnegger
Saludos, Ciudadanos del Caribe, un abrazo y mis respetos. Cuenta la tradición oral de la etnia Susu, en la región central de Guinea Conakry, como fue el origen de este noble instrumento de percusión de la familia de los xilófonos.
“El rey Susu Sumaoro Kanté, tuvo un sueño en el cual vió y escuchó al balafón. Al despertar temprano en la mañana, salió al bosque y comenzó a cortar la madera como la había visto en el sueño y, por mucho que intentó, no pudo reproducir el dulce sonido que escucho en su sueño, el sonido no era el mismo, hasta que a Sumaoro se le presento un espíritu del bosque y le explicó cómo fabricarlo correctamente, como hacer sonidos y de allí nació el balafón”.
El Balafón es considerado por las etnias africanas donde está presente, como un instrumento con propiedades mágicas y curativas, capaz de atraer espíritus y animales, y está presente en infinidad de ceremonias tradicionales. También es usado por los llamados griots para cantar y contar las leyendas de su pueblo.
Balafón es una palabra de origen Mandinga, grupo étnico que podemos encontrar en Mali, Guinea, Senegal, Gambia, Guinea-Bissau y Costa de Marfil.
Sin embargo, este instrumento tiene diferentes nombres en diferentes pueblos del África central, dependiendo del dialecto que hablen; por ejemplo, en Sierra Leona lo llaman Balangi, Gyil entre los Dagara, Lobi y Gurunsi en Ghana, Burkina Faso y Costa de Marfil, solo por nombrar algunos grupos étnicos y lugares.
En nuestro continente, específicamente en Colombia y Ecuador, existe un instrumento muy parecido, llamado piano de la selva o marimba de chonta, con características similares al balafón.
Se le dice Marimba de Chonta pues la madera usada para su elaboración es del chontaduro, una variedad de palma, de la cual se aprovechan los frutos y su madera.
Saludos, un abrazo y mis respetos.
Florencio Betancourt