Colombia de luto: adiós a Leonor González Mina

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La Negra Grande de Colombia, Leonor González Mina, falleció en la mañana de hoy a los 90 años, mientras se encontraba internada en un hogar para la tercera edad.

Eduardo Parra Istúriz

(RCA – 27/11/2024) El folclore colombiano viste de luto tras conocerse el fallecimiento de una de sus más importantes cantoras, una referente de la música de la costa colombiana, la gran Leonor González Mina, conocida también como La Negra Grande de Colombia.

Leonor es conocida internacionalmente por la grabación del tema Yo me llamo cumbia, que se convirtió en un himno popular para Colombia entera. Con este tema recorrió los cinco continentes, llevando el legado de su tierra y su raza a todos los rincones del planeta.  

Y es precisamente así, Cantos de mi tierra y de mi raza, como se titula su primer álbum, grabado en 1964, con el que inmediatamente pasó a ocupar un espacio importante en la música tradicional de Colombia. Este álbum se concretó gracias al impulso de Hernán Restrepo Duque, quien era para ese entonces el director artístico del sello disquero Sonolux.

Posteriormente, el mismo Restrepo Duque crearía el apodo de Negra Grande de Colombia, con el que se le conocería hasta el día de hoy y para la posteridad.

Leonor nació para la música

Leonor González Mina nació el 16 de junio de 1934 en Jamundí, una pequeña localidad al sur de Santiago de Cali. Inicialmente se interesó en la danza y se incorporó al Ballet Folclórico de Delia y Manuel Zapata Olivella, con el que comenzó a viajar, dado el éxito de esta compañía.

Pronto, sus compañeros supieron que Leonor no sólo era buena bailarina sino que además cantaba, y la animaron a crear pequeños números para rellenar el espacio entre un acto y otro. Fue así como llegó a cantar en París sin que estuviese dedicada al canto a tiempo completo. Sin embargo fue su voz lo que la llevó a recorrer más de 70 países en lo sucesivo.

Se dedicó al folclore de ambas costas colombianas, difundiendo las músicas típicas del Pacífico y del Caribe con la misma naturalidad y solvencia. En ese camino destacó con temas como Mi Buenaventura, El alegre pescador, A la mina, Navidad negra, Niño de color o Chocoanita, entre muchos otros.

Para 1975 ya era sumamente respetada en su país, lo mismo que en todo el Caribe y resultó elegida como la mejor artista colombiana. También ese año participó en el ahora extinto Festival de la OTI, obteniendo el primer lugar como intérprete con el tema Campesino de ciudad. En 1978 recibió del gobierno venezolano la Órden Andrés Bello, y en 1980 Colombia le otorgó la Órden Simón Bolívar.

Consagrada, hizo un alto en su carrera para dedicarse a la política, viviendo desde las tribunas algunos de los momentos más críticos en la historia reciente de su país. Durante esa etapa sólo cantaba en ocasiones muy especiales.

Regreso a los escenarios

En 2004 un evento particular la sacaría de su retiro: Chavela Vargas, gigante de la canción mexicana, estaba de gira y visitó la nación cafetalera, pidiéndole expresamente a Leonor que le acompañase en el concierto, que tuvo lugar en Bogotá.

La ocasión marcó su regreso en pleno a los escenarios, lo mismo que a los estudios de grabación, para retirarse por segunda vez unos años después. En el año 2016 el Ministerio de Cultura de Colombia le otorgó el premio Vida y Obra, reservado a artistas de extensa trayectoria.

Fallece, pues, Leonor González Mina, ocupando un altísimo espacio en el acervo cultural de su país, equiparable al de maestros como Alejandro Wills, Rafael Escalona o Totó La Monposina.

Paz a su alma.

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