Cincuentón 1,2,3 y Fuera

Va a pasar mucho tiempo antes de que aparezca en la escena musical venezolana un atrevimiento tan hermoso y fértil como el de “1,2,3 y Fuera”, la excepcional agrupación que ya arribó a sus 50 años de actividad creadora y que se mantiene señalando caminos de dignidad en algo tan complicado como es el joropo central o tuyero.

Hay relevo, y el pasado viernes 1º de septiembre quienes acudieron a la sede del Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco de Guatire pudieron unir las lágrimas a la alegría.

Me contaba Miguel Alciro Berroterán, amigo y directivo del CEA que observar vacío el asiento de la batería de Néstor Blanco fue muy duro. Néstor, un músico cuya obra habrá que estudiar en profundidad para beneficio de las nuevas generaciones, cambió de paisaje el pasado 6 de marzo, causando la noticia gran consternación.

Este 1º de septiembre ver ocupar su puesto nada menos que a Rolando Canónico causa mucha alegría y orgullo. Mejor relevo no se puede por la seriedad del trabajo de Rolando y sus propios aportes.

Eudis Blanco entregó el bastón de mando de su legendario bajo a su sobrino Aquiles y se siente que para nada será traumática la renovación del grupo que ya comenzó a trabajar en un repertorio de maravillas.

Se mantiene la propuesta rítmica de los fundadores y se profundiza en ella, sabiéndose que es única en Venezuela y el mundo, y orgullo de Guatire, la zona que los hermanos Blanco, de Tucupita, escogieron para desarrollar su proyecto innovador. Eso de sustituir el arpa y el cuatro por el teclado, la batería, el bajo y seguir siendo joropo, es un aporte con bastante historia.

Les dejo el video del documentalista Rubén Tovar para que escuchen parte del memorable concierto del 1º de septiembre. Felicitaciones a todo el grupo. Hay “1,2,3 y Fuera” para rato. Alegría.

Lil Rodríguez