Fue un músico completo y un gran innovador que poseía además un humor fino y un gusto enorme por la gastronomía, con consecuencias; además algunos títulos lo delataban: El Pan Sobao, Arroz con Pollo, Arroz con Bacalao. Su hermano menor, Eddie siempre lo ha referido.
El inicio
Los padres de Charlie y de Eddie, Carlos e Isabel, oriundos de La Perla del Sur, Ponce, Puerto Rico, marcharon en 1926 a Nueva York, buscando otros horizontes. Al año, en noviembre de 1927 nació Charlie, Carlos Manuel Palmieri Maldonado. Eddie, Eduardo nacería nueve años más tarde. No pasó inadvertido el talento del todavía niño por lo que su padre decidió encaminar esas aptitudes y lo inscribió en una escuela de música, la Juilliard, para que se dedicara al piano.
A los 16 años y todavía estudiando hizo su primera presentación profesional y tres años más tarde, se produjo su debut discográfico, en la orquesta de Rafael Muñíz. El tema que interpretó fue Se va la Rumba, pero la Rumba apenas comenzaba.
Perfeccionando su técnica y su creatividad generó una notable impresión en el también músico y director Tito Puente, quien le propuso trabajar con él en su banda, y le fue bien a Palmieri porque estuvo desde 1947 hasta 1953. Luego de varias incursiones viajaría a Chicago y a su retorno fundó la legendaria Charanga La Duboney y tocando una noche en un local le pasó lo mismo que a Tito Puente con él: Quedó impresionado con el arte de la flauta del dominicano Johnny Pacheco.
Se asociaron inmediatamente para vincular el trabajo de ambos, por demás exitoso. Lo malo es que no duró mucho tiempo la asociación, y de todas formas las tendencias iban cambiando. Charlie Palmieri pasó de la pachanga al bogaloo y optó por los metales en su orquesta, a la que acortó el nombre y le dejó solamente “Duboney”.
En los setenta
Fue una década de mucha producción y reconocimiento. Charlie Palmieri hizo de productor musical para Tito Puente en televisión y comenzó a desarrollar sus ideas pedagógicas, que la tenía, acerca de los géneros latinos, historia y variantes.
De lo más novedoso que se vivió con él entonces fue su paso en 1971 del piano al órgano y su entrañable relación personal y musical con su hermano Eddie que ya era otra figura de primer nivel en la salsa, en el jazz, en todo lo afrolatino.
Para 1974 el álbum El Gigante del Teclado fue una grata sorpresa. Contando con la voz del boricua Vitín Avilés por quien siempre sintió predilección a la hora de grabar voces ese LP contó con temas como La hija de Lola y el famoso Pan Sobao.
Dos años más tarde, en 1976, añadió la melódica en su grabación The Heavyweight, un LP editado por Alegre Records, que también incluyó a Bobby Rodríguez en el bajo.
Para el momento en que se da a conocer este álbum efectivamente Charlie Palmieri era un verdadero Peso Pesado. Siempre lo fue tanto en su trajinar musical como en el peso corporal que en definitiva lo llevaría a dos infartos que terminarían tempranamente con su vida, cuando apenas contaba con 60 años, en septiembre de 1988. Otra recurrencia está en los títulos de algunos de sus álbumes. Si en ellos es Gigante, en este fue calificado como El Peso Pesado.
En esta grabación Charlie le gana la partida al sello Alegre, sello con el que había trabajado anteriormente y al que había dejado verdaderas joyas discográficas. Esta vez trabajó solo seis temas, largos temas y largos solos, disfrutando de la melódica, instrumento que siempre le gustó y utilizó.
En The Heavyweight, El Peso Pesado, participaron en calidad de vocalistas Julio (Julito) Villot, con un timbre de voz bastante parecido al de Vitín Avilés, que como bien se sabe, era el cantante preferido de Charlie Palmieri a la hora de sus grabaciones; también participa en este álbum el panameño Miguel Barcasnegras, conocido como Meñique.
Este álbum contiene el famoso Arroz con Bacalao y también contiene a Chaleco (que te conocí sin mangas), pero igualmente contiene a la Melódica en F, que en el Caribe se conoce como Melódica en Fa, en alusión al pequeño instrumento que tanto le gustaba ejecutar para hacer sus travesuras musicales, y al tono en que lo empleó.
Según reseña el sello Fania se trata de una descarga de ocho minutos que comienza en un estado de ánimo sorprendentemente solemne, con Palmieri interpretando una melodía quejumbrosa, similar a una marcha, seguida por el coro “Para bailar el danzoncito, hay que tener mucho compás”. Ahí es cuando la melodía realmente cobra vida y da paso a un extraordinario solo de piano, a la manera de Charlie.
El final
En 1980, Palmieri se instaló en Puerto Rico pero, viajaba a Estados Unidos debido a su trabajo y a los compromisos y contratos que se presentaban. En una de esas sufrió un ataque cardíaco. Palmieri, después de un viaje al Reino Unido se dedicó a a dar lecciones de piano en el Schuylerville Music Center del Bronx. Ese mismo año, 1988, apareció en la película Salsa.
Un año antes había comenzado un proyecto con el percusionista Mongo Santamaría, donde graba lo que se conoce como su último solo en piano en el tema titulado Mayeya, del álbum Soy Yo.
El 12 de septiembre de 1988, Charlie Palmieri sufrió otro ataque cardíaco en Nueva York, donde estaba para un concierto como director musical de Joe Cuba. Murió al día siguiente en el Jacobi Hospital del Bronx. De esa fatalidad se cumplieron 35 años este 13 de septiembre.
La música latina perdió con él a un verdadero innovador, a un músico de excelente humor y muy solidario con sus compañeros de ruta, a quienes apoyó en todo momento, comenzando por Tito Puente, Johnny Pacheco y su hermano Eddie Palmieri, tan coloso como el inolvidable tecladista.