Saludos, Ciudadanos del Caribe, un abrazo y mis respetos. Corría el año 1969 y el mundo desde el ’45 ya había entrado en convulsión: poco a poco se asomaban las mentes y conciencias que querían romper con el orden establecido, quebrar con tabúes, la irreverencia fue el orden dominante.
Los hijos de la contracultura (hippies) se hicieron sentir desde principios de los ’60: rock psicodélico, groove, folk contestatario, revolución sexual, amor libre, alucinógenos, toda una contracultura.
Paz y amor era el norte en una era convulsionada: la Guerra de Vietnam en hervor, desde 1955 a 1974, la masacre de Mỹ Lai en 1968, la muerte de Ho Chi Min en 1969; Angela Davis protestaba contra el racismo, Tommie Smith y John Carlos ganadores de oro y bronce en los 200 mts en las Olimpiadas de México ’68 y al sonar el himno de Estados Unidos, levantaron sus puños enguantados de negro. El Black Power se manifestaba al mundo.
Paz, amor e igualdad reclamábamos los jóvenes de la época. Estas circunstancias llegaron también al ghetto latino de Nueva York: la irreverencia se hizo presente en el montuno, lo edulcorado del mambo ya no iba, las moñas fueron más ácidas. La psicodelia había llegado, y otras cosas más.
Eddie Palmieri reclamo justicia en su álbum Justicia; los hermanos Lebrón comenzaron en 1967 la transición entre el Soul y los sonidos callejeros del Harlem latino con su producción Psicodélico Goes Latín.
Ray Barretto pública los álbumes Acid y Toghether, y Joe Bataan, uno de los padres del boogaloo lanza al mercado Singin song soul.
Pete Rodríguez arrancaba con su grito de guerra:
– ¿It’s ready everybody?
– ¡Yeaaah!
– ¡Latín Boogaloo is here!
En medio de esta ebullición surge el memorable concierto realizado el 15 de Marzo de 1969, en el Manhattan Center de New York, con el nombre de:
African Twist Marathon
La entrada solo 4 dólares y los hippies de la Salsa, aunque el nombre no se había establecido aun, tuvieron su concierto ese 15 de marzo de 1969, y hasta la cobertura mediática tuvo su toque psicodélico con un afiche promocional muy de la época, y el cartel de altos kilates.
