Jitanjáfora les confieso que ese término lo desconocía, hasta que cayó en mis manos el libro El entierro de Cortijo de Edgardo Rodríguez Juliá (Editorial el Perro y la Rana-2015), se los recomiendo.
Total que me llamó mucho la atención un párrafo que dice textualmente:
«Cortijo siempre renegó de la Salsa; pero en el saoco meló melé ya se prefigura la hicotea de Marvin Santiago y en su lata baila el chorizo. Y no olvidemos que muchos de los éxitos de Cortijo fueron inspiraciones que doña Margot, la madre de Maelo, recibió de los espíritus, disparates, jitanjáforas arrabaleras que la doña de espejuelos copiaba tal y como las oíaa cuando, balcón afuera en las mañanas caribeñas, todo el aire de la calle, aun el de sus chancletas y cota de dormir, se poblaba de secretos en lengua espiritista, quizás jerigonza ñáñiga o susurro cangá. Asi llego hasta nosotros ese grado cero de la plena como género que se titula Maquinolandera«.
He allí pues que me remito a investigar el significado de la palabra en cuestión «jitanjáfora» y ésta fue la definición que encontré:
«Se denomina Jitanjáfora a un enunciado lingüístico constituido por palabras o expresiones que en su mayor parte son inventadas y carecen de significado en sí mismas. En una obra literaria, su función poética radica en sus valores fónicos, que pueden cobrar sentido en relación con el texto en su conjunto. El término fue acuñado, por el escritor y humanista mexicano Alfonso Reyes (1889-1959) en un artículo de 1929.»
Reyes explica que tomó la palabra de un poema del poeta cubano Mariano Brull (1891-1956), donde éste juega con los sonidos, inventando palabras sin significado.
«El uso de la Jitanjáfora puede abarcar desde una palabra, o expresión, toda una frase u obra. Es así que el referente es indeterminado por lo que la interpretación de su significante es imprecisa y se apoya en gran medida sobre el contexto. Es decir, que la Jitanjáfora puede (o no) cobrar sentido a partir del resto del texto».
Una vez leído y digerido este término, indudablemente entiendo de que es un recurso literario que conocía desde mi infancia; sin embargo desconocía su denominación y hasta no sabía dónde ubicarlo, ¿Era un trabalenguas o era scat?
Pues no: ambos, el trabalenguas, recurso muy utilizado por el cantante puertorriqueño Mon Rivera y el scat en Venezuela usado con frecuencia por El Negrito Calaven, eran recursos con vida propia y muy aparte de la jitanjáfora; aunque Mon Rivera en muchas canciones usaba la figura retórica en cuestión, por ejemplo Karakatiski (estamos claros en que karakatiski alude a la risa, pero la palabra por si sola no tiene significado) y Gallo Espuelérico donde paseaba del trabalenguas a la jitanjáfora con una facilidad increíble.
El gran Ismael Rivera «Maelo» también fue un maestro en eso de utilizar este recurso, la jitanjáfora, en sus temas, sobre todo en los montunos; es decir, a la hora de responder al coro con sus soneos. Era en ese preciso momento en el cual nuestro Maelo se lucía. Ejemplos muchos, allí tienen Maquinolandera.
Ahora bien la Jitanjáfora ha estado presente en la poesía y narrativa de nuestro Caribe, por ejemplo en la obra de Nicolás Guillen Sóngoro Cosongo: de allí tenemos el ejemplo del poema Si tú supieras interpretado primero por el Septeto Nacional con música de Eliseo Grenet, que más tarde popularizara Héctor Lavoe (transcribo el poema original):
¡Ay, negra, si tú supiera!
Anoche te bi pasá’
y no quise que me biera.
A é tú le hará como a mí,
que cuando no tube plata
te corrite de bachata,
sin acoddadte de mí.
Sóngoro cosongo, sogo be;
sóngoro cosongo de mamey;
sóngoro, la negra baila bien;
sóngoro de uno
sóngoro de tre.
Aé, bengan a be;
aé, bamo pa be;
bengan, sóngoro cosongo,
sóngoro cosongo de mamey
Hasta juegos en nuestra infancia estaban llenos de palabras sin significado, no sabíamos que querían decir, mucho menos sabíamos qué quería decir jitanjáfora pero disfrutamos. Aquí les dejo una que persiste en mi memoria:
Ooooelembe
Amelikilitamba
A mosa mosa mosa
Ooooelembe
Luamba lue
Pregúntenme qué significa (no lo sé); solo sé que la repetíamos y con mucho ritmo y sabor.
Nota: El video de Mon Rivera, fue en Caracas (1972),noten la presencia de una dama en las tumbadoras, Carmen Victoria Soto, llegó a tocar con la orquesta de Richie Ray, ya para la época las mujeres estaban penetrando poco a poco un lugar que por años era exclusividad de hombres…
Florencio Betancourt