Eduardo Parra Istúriz
Edith Salcedo fue una de esas artistas de enorme gloria y que luego desaparece en el olvido debido al abandono por parte de los medios de comunicación, de los entes encargados del patrimionio y también del público.
Pero en su momento, fue una de las glorias de nuestra música, porque desde muy pequeña estuvo vinculada al mundo musical. Había nacido el 8 de febrero de 1937 en Ciudad Bolívar y ya a principio de los ‘40 era habitual verla en distintos escenarios, y especialmente en las radiodifusoras, en Caracas. El primer programa en el que participó cantando fue «El país de los niños».
Paralelamente a sus estudios en el liceo, es precisamente en Radiodifusora Venezuela donde obtiene por primera vez un contrato, como cantante fija de “El carrusel de la alegría”, mítico programa infantil de la época.
Este trabajo la encaminó en el mundo del espectáculo y aunque estudió administración en la Universidad Central de Venezuela, abandonó la carrera. Más adelante obtendría un título como Licenciada en Educación en la Universidad Simón Rodríguez.
Su primer LP aparece en 1957, producido por Discomoda (primer sello disquero que hubo en Venezuela) y que agrupó 12 temas de corte criollo. También en ese año se incorporó al equipo de la hoy extinta Televisora Nacional (Canal 5), en el archiconocido Show de Víctor Saume. Es allí donde adquiere el curioso título de “La negrita cariñosa”.
Aquello era como teatro – contaba Edith en una entrevista para la Fundacion Bigott- la gente me aplaudía y claro, es que teníamos toda esa experiencia. Yo le decía a la gente «reciban un a brazo apretado de esta negrita» y por eso Víctor Saume me puso «la negrita cariñosa», hasta el sol de hoy.
Escuche su primer LP
En los siguientes años dos eventos van a cambiar de manera drástica su carrera. El primero es la aparición del tema “Moliendo Café”, de Hugo Blanco / José Manzo; en coz de Mario Suárez. Edith va a ser la primera mujer en grabar el tema, que como sabemos, es uno de los más internacionales en el cancionero venezolano.
Aunque la internacionalización de Moliendo Café es responsabilidad de Xiomara Alfaro y Nina Mazzini, quienes la hacen rodar por el mundo, Edith se vería beneficiada por esta situación, dado que sería invitada a cantar este y otros temas grabados por ella, en Japón. Era el año 1964 así que también había Juegos Olímpicos en ese país.
De Moliendo Café a «Coffee Rumba»
La gira japonesa, que incluía 14 ciudades, se extendió a Corea, Tailandia, y Edith quedó en la historia como la primera cantante venezolana en cantar en estos países. Por cierto, que la canción fue rebautizada como “Coffee Rumba” a efectos de su versión japonesa. Hasta hoy se le conoce con este nombre en varios países asiáticos. El éxito de la canción cafetera también llevó a Edith hasta España, Francia, Italia, Portugal y varios lugares de Latinoamérica, así como EE.UU.
Pero en Japón ocurriría el segundo evento clave: se enamoró de un japonés y contrajo matrimonio con él. Edith tenía 39 años y la pareja decidió establecerse en Hawaii.
Tras alejarse de Venezuela y de los escenarios nacionales durante mucho tiempo, poco se supo de su andanzas hasta tiempos bastante recientes, cuando empezó a hacer apariciones esporádicas. En 2010 fue declarada Patrimonio Cultural Viviente del país, y ha sido galardonada con premios como la Orden Francisco de Miranda “Honor al Mérito”, así como premios diversos, vinculados directamente a la industria musical venezolana. También cuenta con el premio Ishii’en Japón, por su trayectoria musical.
En el año 2016 protagonizó un homenaje a Hugo Blanco, auspiciado por el Banco Central de Venezuela, y en 2021 la organización de Corazón Llanero se encargó de hacer un evento en su honor. Edith Salcedo tenía 85 años recién cumplidos y un proceso de debilitamiento pulmonar que poco a poco la había alejado de la vida pública, hasta que falleció este 14 de febrero.