Saludos, Ciudadanos del Caribe, un abrazo y mis respetos. La canción El Ratoncito Miguel la he escuchado desde que tengo uso de razón, primero por mi madre que me la enseñó; luego en las escuelas las maestras de aquel entonces también se dedicaban a enseñarnos canciones, que persisten en nuestras memorias.
Antiguamente los padres le enseñaban a sus hijos canciones infantiles, por si no lo sabían las nuevas generaciones. Entre esas canciones infantiles se cuenta El Ratoncito Miguel, pero muy lejos estábamos de saber que originalmente era o sigue siendo un canto de protesta.
Los tres protagonistas
En esta historia convergen el autor, Félix B. Caignet y el dúo de Olga Chorens (1924-2023) y Tony Álvarez (1918-2001), padres de la también cantante Lissette Álvarez.
Caignet nació en marzo de 1892 en el municipio San Luis de Santiago de Cuba y se hizo famoso desde 1948 con el suceso dramático radial más importante de esa época: El Derecho de nacer.
Cuentan los cronistas que el impacto de esta obra suya fue tan grande que, a la hora de transmisión, llegaron a suspenderse sesiones del Congreso de la República, cambiar el horario de las iglesias y hasta el gran Ñico Saquito le compuso una guaracha a esta novela: Y don Rafael habló. Creo que todos conocemos la versión de esta guaracha por el maestro Billo con Manolo Monterrey. .
Felix Caignet, quien falleció en La Habana el 25 de mayo de 1976, nos dejó para la posteridad sones, guarachas, guajiras y por supuesto música infantil, Frutas del Caney, Te Odio, Carabalí , Montañas de Oriente, Quiero besarte; son parte de su legado, y también El Ratoncito Miguel.
Por su parte Olga Chorens y Tony Álvarez, fueron un matrimonio en lo artístico y en lo sentimental, eran esposos y, aparte de interpretar la música de nuestro Caribe, fueron actores destacados y productores de programas para la televisión en Cuba, Puerto Rico y Miami.
Chorens tuvo grandes éxitos músicales; entre ellos Linda Caleñita, Mis noches sin ti con La Sonora Matancera y Tony Álvarez; Margarita, también con La Sonora Matancera, el Cha cha cha del Tren, Volverán las golondrinas, Si te pica el alacrán, Canción de los domingos, Ilusión y Te adoraré.
Tengo que acortar la historia.
Volvamos al ratoncito. Quiero remitirme a un artículo que escribió uno de los cronistas de salsa venezolanos (no solo cronista de salsa, sino de cuanto género musical exista); me refiero al periodista y maestro Ángel Méndez, fundador de la revista Swing Latino, primera revista de salsa publicada en nuestro país.
Leamos lo que publicó el domingo 4 de febrero de 2018, datos éstos para mi desconocidos hasta el momento de la publicación. Como dice una canción por allí «La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida». Cito:
«Un Ratón nada Inocente
En el caso de El Ratoncito Miguel hubo otros motivos; fue un número compuesto supuestamente para el público infantil por el maestro Félix Caignet, pero en realidad se trataba de una dura crítica musical, contra el dictador Gerardo Lorenzo Machado Morales (quinto presidente de Cuba, 1871-1939), quien dirigió el Gobierno cubano durante el periodo conocido como El machadato desde 1925 hasta 1933, cuando fue derrocado por la famosa Huelga Revolucionaria con Rubén Martínez Villena a la cabeza.
El ratoncito Miguel fue utilizado por el pueblo como canción de protesta contra el tirano, lo que trajo como consecuencia que a Caignet lo «enchirolaran» en el Cuartel Moncada, pero dada las constantes protestas tanto de niños como de adultos, lo soltaron; pero Machado ordeno que la canción fuese prohibida».
Luego de leer este párrafo, me dediqué a escuchar la canción y de verdad, aparte del contenido que pareciera subliminal en su primera parte, no lo es así en los últimos 8 versos de la estrofa final; me remití a la versión de Olga Chorens, pues es la que tiene la letra original: hay otras versiones por allí y la letra ha sido modificada.
El ratoncito Miguel,
el ratoncito Miguel
aquí ha venido muy contento a bailar
porque el gato Micifuz
dormido en la casa está
sin sospechar esta fiesta de hoy.
Silencio, no hay que gritar,
no se vaya a despertar,
bailemos sin alborotar
porque también el ratón
suele tener corazón
para cantar, para reír, para bailar.
La cosa está
que horripila y mete miedo de verdad,
usted verá
cómo de hambre un ratón se morirá,
no hay queso ya
y mucho menos una lasca de jamón,
vamos a ver
quién va a arrancarle a Micifuz el corazón.
En este segundo párrafo del texto del Maestro Ángel Méndez, nos explica cuales fueron las circunstancias que llevaron a Olga y Tony a montar y grabar este tema.
«Pero centrémonos en El Ratoncito Miguel. La canción fue estrenada en 1932 en el Teatro Rialto de la Habana. Más tarde, el famoso dueto cubano Olga y Tony (Olga Chorens y Tony Álvarez) la grabaron en 1956 y desde entonces es considerado un ícono de la música infantil.
En confesiones de la pareja (…) decidieron montar El Ratoncito Miguel en virtud de que su hija Lissette, se aprendió la canción en segundos, luego de que el maestro Caignet se la colocara en un gramófono para que no se fastidiara mientras él conversaba con sus padres en una visita que estos le dispensaran. La niña, de repente, salió del salón donde se encontraba el equipo de sonido y comenzó a cantar. Tony, su padre, pensó que si la niña se había aprendido fácilmente el número, este tendría que ser un éxito radial si ellos la grababan. Y así fue»
Ciudadanos del Caribe, he aquí la historia cantada y contada desde una canción infantil, disfruten de El Ratoncito Miguel por Olga Chorens.