Eduardo Parra Istúriz
(RCA – 07/04/2022) El pueblo gitano se parece al hebreo: trashumante y malquerido, la incomprensión y el maltrato lo ha hecho desconfiado y receloso. Pero a diferencia de los semitas, los gitanos o romaníes (no confundir con rumanos) no son reservados sino todo lo contrario, se vuelcan sobre el mundo con sus colores y cantos.
Nadie sabe exactamente de dónde salieron, pero el estudio de la genética y de la lingüística han dado luces coincidentes, según las cuales tienen sus raíces más profundas en lo que actualmente es la frontera entre Pakistán e India. En realidad no es difícil encontrar similitudes estéticas entre los atuendos, collares y aretes de las mujeres indias y las gitanas. Les viene de casta.
Caminando (gelem, gelem), buscando su esencia, llegaron al territorio español, país en el que su impronta se confunde con la hispanidad misma. Es imposible imaginar a España sin gitanos. Y los españoles son muy proclives a mezclarse, como bien sabe Latinoamérica.
Es en España, quizás por esa buena costumbre de mezclarse sin miramientos, en donde el pueblo gitano cuenta con algunas de sus expresiones más genuinas y conocidas: la lengua caló y el flamenco; este último en su doble condición de canto y danza.
La reivindicación del gitano
Hemos dicho que el pueblo gitano es perseguido y estigmatizado; al igual que los hebreos, han debido huir precipitadamente de muchos lugares, aunque siempre dejando su huella. Por eso hay gitanos en toda Europa; desde Rusia hasta Portugal, y también hay una exhuberante comunidad gitana en Estados Unidos.
La persecución contra los gitanos es una de las causas de su nomadismo, y también es por eso que se les llama gitanos (de egiptano, porque se creía que venían de Egipto). Debieron adaptarse a leyes hechas a medida para expulsarlos; a la esterilización forzosa de sus mujeres; al secuestro de sus hijos para ser educados como no gitanos. La gran redada de 1749 fue terrible.
Lamentablemente, a falta de un Hollywood romaní, su sufrimiento es menos conocido que el de los hijos de Israel. Durante el dominio nazi fueron exterminados cerca de 500 mil gitanos, evento llamado porraimos (equivalente al holocausto judío) del que poco se comenta. El 3 de agosto de 1944 fueron asesinados en Auschwitz 2 mil 897 gitanos.
Esta nación sin país, sin territorio propio, ha logrado pese a todo sobrevivir y mantener casi intactas sus costumbres. No ha renunciado a su identidad y el 8 de abril de 1971 realizó ¡por fin! un Primer Congreso Mundial Gitano, en Londres. Allí se instituyeron la bandera y el himno gitanos.
Debido a este evento, se ha establecido el 8 de abril como el Día Internacional del Pueblo Gitano.
El flamenco en caló
Hay cientos de artistas que hacen flamenco y, por supuesto, muchos de ellos son gitanos. Rosario Flores y Diego “El Cigala” se cuentan entre los más conocidos de hoy, pero no podemos olvidar el impacto que nos dejaron los Gipsy Kings con su particular versión de Caballo Viejo: Bamboleo.
Con ellos encontramos un poco del caló, variante de la lengua romaní que se disuelve en el idioma español que, ya sabemos, disfruta la mezcla. Es así como el caló desaparece, sin morir, porque se queda metido en el habla cotidiana, al menos en España.
Para los amantes del flamenco y del caló, o para los curiosos, hemos encontrado una lista de Spotify en la que se pueden escuchar estupendos temas de flamenco que incluyen palabras del caló, y que compartimos al final de este texto.
En esta lista van a encontrar a artistas como Pitingo, cuyo nombre mismo significa presumido. El Cigala canta “Undebel”, que es la forma gitana de decir Dios, mientras que el tema “Seguirillas, a la Sierra de Armenia” es la forma de referirse a un lugar muy lejano.
Y es que los gitanos han tenido que guillar sin decir ni mú por larache, portando un bajañí por todo tesoro, a veces camelando al adversario y pasando lache para sobrevivir. Traduzco: es que los gitanos han tenido que huir calladamente en la noche, con una guitarra por todo tesoro, a veces lisonjeando al enemigo y pasando vergüenzas para sobrevivir.
Pero son orgullosos y por eso siguen entre nosotros. La prometida lista abre con “Gitanos guapos”, tema de la Chiqui de Jérez, del disco “Sinar caló sinela un pochibo” (El orgullo de ser gitano).
Por lo pronto, sólo nos queda felicitar al pueblo gitano en su día, y desearles sastipén talí (salud y libertad).