
Saludos, apreciados Ciudadanos del Caribe. Corría el año 2004 y en Venezuela se celebraba en el mes de junio el desaparecido FITA (Festival Internacional de Tradiciones Afroamericanas), con invitados de Brasil, Cuba, Nigeria, Puerto Rico y por supuesto los anfitriones de Venezuela, en el que se abordaron temas sobre las manifestaciones religiosas afroamericanas; y (para mí lo mejor) la música y particularmente la percusión, con músicos venezolanos y extranjeros de alto nivel.
Entre los percusionistas que dictaron cátedra en ese festival estuvo Orlando Poleo, uno de nuestros grandes artistas, quien nos explicó técnicas para ejecutar las tumbadoras y también nos demostró como incorporaba elementos de la música afrovenezolana al jazz, fusiones etc., hasta que en las intervenciones surgió un personaje para mí desconocido (luego un gran amigo) llamado Richard Medina (de Lobatera, estado Táchira), quien fue músico, percusionista y docente a la vez (1). Su pregunta nos dejó como quien dice “parados en un solo pie y sobre un bloque”…

Palabras más, palabras menos, se dirige a Orlando Poleo y dice “que si no había considerado incorporar a su repertorio el bambuco”
–¡Aaaay bendito!– exclamé para mis adentros.
Yo no sabía con qué se comía el bambuco, a pesar de que había escuchado la palabra, pero no sabía qué era el bambuco. Orlando, con la humildad que lo caracteriza le dio a entender a Richard que no tenía muchos conocimientos sobre el género. A mí me quedó la curiosidad y me puse a investigar.
Bambuco de la Colombia original
Aunque los orígenes de este género se ubican geográficamente en Colombia, es considerado patrimonio en la cultura de Ecuador y Venezuela, sobre todo en la región andina: estados como Táchira, Mérida y Trujillo, pero también en el estado Zulia y el estado Lara existe esta manifestación musical, y en Caracas, pero con muchas influencias de la romántica habanera.
El Bambuco nos llegó en la época colonial desde Colombia y en Venezuela se le dio un acento propio. Según los cronistas este género, con las variantes de cada región, era interpretado en la época de las luchas emancipadoras y en particular los patriotas para celebrar sus triunfos.
Yo había escuchado la palabra bambuco y hasta había escuchado el género en la radio venezolana, pero desconocía que lo que estaba escuchando era un bambuco. Conocía la palabra por una gaita, llamada El Bambuco, interpretada por El Colosal Ricardo Cepeda con los Cardenales del Éxito, en grabación del año 1975.
Esa gaita, El Bambuco, es una de las dedicadas al amor y al costumbrismo del estado Zulia: en ella relata o retrata la figura de los trovadores de antaño, que interpretaban bambucos y boleros a las enamoradas:
EL BAMBUCO
I
Un bambuco y una serenata
Le dieron vida a un amor
Un mozuelo cantaba a una flor
Que más tarde sería mi madre
Le cantaba mi futuro padre
Lleno de inmenso fervor
Estribillo:
Un bambuco galante y alegre
Siempre llegó al corazón
De la ninfa que está en la ventana
Lloraba de inmensa pasión
Al sentir muy dentro el amor
Del enamorado que cantaba
Y en un beso que ella le obsequiaba
Le daba la vida y su amor
II
Trovadores que en aquellas noches
Cantaban poemas de amor
A las novias dan dulce ilusión
Que abrigaban en sus corazones
Inspirando tan bellas canciones
Que causaban dulce calor
III
Cántame algo sabroso moreno
Me dijo una niña a mí
Como no, yo te lo canto así
Pero debéis pagar con un beso
No te preocupéis negro por eso
Que eso no es nada pa‘ mí
Para esa época ¿que iba yo a saber que el hermoso tema Brisas del Torbes que de paso muchos conocen como Soy de los Andes, de Luis Felipe Ramón y Rivera, es un bambuco?.
Esta historia continuará, los dejo por ahora con “El Bambuco” en la voz Ricardo Cepeda y los Cardenales del Éxito.
Notas de Editor:
1. Richard Medina Zambrano llegó a ser cronista de su localidad, Lobatera, a partir de 2014. Lamentablemente falleció en 2022, cuando apenas contaba 40 años de edad.