Dos para Iván en sus 80

¡Cuéntale a los demás!


La primera vez lo vimos en televisión, en el programa “Así es mi tierra” de Luis Brito Arocha, un margariteño echa’o pa’lante en esto de resaltar los valores de la música del país donde fuera y como fuera. Quien escribe quedó paralizada al escuchar “El Sapo”.

Nunca lo había escuchado, y en ese momento me di cuenta de que también había dos tipos de música venezolana: la visibilizada por el mercado y el gobierno de turno, y la invisibilizada, correspondiente al pueblo de adentro.

Esa presentación de Serenata Guayanesa marcó mi posterior devenir. En ese tiempo yo no estaba en la música sino en la lucha activa (espero que se me entienda). Era 1972.

Lo que esta escribiente sintió lo sintió también, años más tarde (en 1974) uno de los más grandes rockeros que ha tenido Venezuela: El Cappy Donzella. Así me lo contó: “Se me jodió la batería del carro y no tenía cómo arreglar eso en ese momento, así que salí y tomé un taxi para que me llevara a Radio Capital”.

El gran fundador de las experiencias psicotomiméticas y Psicodelia prosiguió: «El taxista tenía puesta a YVKE Mundial y salió al aire ‘Yo soy el punto cubano’, con Celina y Reutilio, y aquella musicalidad y letra me impresionaron, pero luego anunciaron a Serenata Guayanesa con ‘El Sapo’. Hermana: quedé paralizado. Jamás había escuchado algo así. Y me di cuenta de que el Rock era algo de mis venas hacia afuera, pero ese Sapo me estremecía hacia adentro. Llegue a la radio y le dije al presidente de Capital, Pepe Lebrón: ‘Hoy he descubierto mi camino. No hago más rock”. Y como estaba casado con su país el Cappy fue leal a música e ideología.

En cuanto a esta negra ¿qué les puedo decir? He perdido la cuenta de mis conversaciones con quien cumplió 80 años de utilidad musical patria y a quien mañana festejaremos en La Casona, aunque él no quiera ir.

Feliz Cumpleaños, Iván Pérez Rossi.

Lil Rodríguez

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