32 – Ju, Yasmín y Callegüeso

¡Cuéntale a los demás!

La Mambanegra

En los años 40 un barco de bandera japonesa zarpó desde Buenaventura, Colombia, hacia Nueva York, Estados Unidos. Adentro iba un polizón al cual, cuando lo descubrieron, lo arrojaron al mar. Un babalao que llamaban “El Malembe” lo rescató del agua cerca de La Habana, ya moribundo y lo devolvió a la vida, bautizándolo como “El Callegüeso”, una mezcla de poderes para el baile, la rumba y la clave. Finalmente El Callegüeso llegó a Nueva York y formó una orquesta llamada “La Mambanegra”, nombre dedicado a una flauta traversa de ébano que le regaló el mismísimo Chano Pozo. Tocando en locales en el Bronx lo agarraron en una redada policial y al descubrir que estaba indocumentado lo deportaron, yendo a instalarse a Barrio Obrero, en Cali, dónde se convirtió en una leyenda local. En su honor, su bisnieto Jacobo Valdez, creó en el año 2012 esta nueva orquesta Mambanegra la cuál entremezcla influencias de la salsa de los 70, funk, ska, reggae y hip hop, con tanto swing y calidad que incluso fue considerada por la revista Billboard como una de las cinco bandas colombianas que debes conocer…

Ju Drum

De la leyenda caleña nos vamos hasta Nigeria, en África, dónde Amayikowan Jude Osadolo, mejor conocido como Ju Drum, se crió enseñando, tocando y grabando música desde los 14 años, ya que su papá tenía un estudio de grabación y una escuela de música. Ju comenzó con la batería como su instrumento principal con el cual tocaba en la iglesia aún siendo tan pequeño que casi no alcanzaba a los platillos. Desde su primera banda con la cual realizó giras de conciertos, llamada “Jah Blessings”, pasando por su participación con la banda Positive Force de Femi Kuti, hijo mayor del legendario Fela Kuti y multi nominado a los Grammy, Ju Drum ha recorrido el mundo grabando grandes éxitos de afro beat y colaborando con diversos artistas reconocidos de la escena musical africana, del world music y del afrobeat y sus derivados. Su música energética, visceral y vibrante es considerada como símbolo del hombre africano prosperando, dando gracias mientras honra a sus antepasados, con ese significado profundo de los sonidos de áfrica que van más allá de lo que perciben nuestros oídos o de lo que bailan nuestros pies. En este su video más reciente, eso queda demostrado…

Yasmin Williams

El día que Yasmin jugó unas partidas de Guitar Hero 2 en el norte de Virginia, Estados Unidos, dónde nació y creció, quedó tan impactada que de inmediato tomó la decisión de dedicarse a la guitarra. Le rogó a sus padres que le compraran una eléctrica y se dedicó a aprender a tocarla en forma auto didacta. Luego de unos años ya había aprendido por si misma además a tocar la guitarra bajo, la guitarra de 12 cuerdas y la guitarra acústica, quedándose con esta última como su instrumento principal. Tres años después de aquellas partidas del video juego, Yasmin publicó su EP “Serendipity” (2012), grabado y mezclado por ella misma. No es el primer caso que conozco de músicos que se ven impulsados a serlo gracias a un video juego, acá en Caracas sé de un baterista muy joven que vivió la misma experiencia. Hoy en día Yasmin toca también la Kalimba y la guitarra-arpa, no solo en la forma tradicional sino también usando finger style y su propuesta, además de sus dos discos, ha recibido numerosos elogios de importantes publicaciones por su técnica, talento y musicalidad. Este tema “Swift Breeze” de su disco “Urban Driftwood” (2021) te demuestra el por qué…

Selección y textos: Pedro Isea (Petrusco)

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