Con información de Prensa Latina
La Tumba Francesa “La Caridad de Oriente” cumplió este jueves 160 años de existencia en Cuba y lo celebró con un espectáculo en Santiago de Cuba.
La Tumba Francesa (significa tambor francés) es una tradición que llegó a Cuba desde Haití antes de 1800, cuando, debido a las revueltas independentistas, fueron trasladados esclavos desde la colonia francesa hasta el oriente cubano. Desde 2008 fue declarada por la Unesco como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Se trata de una danza que cultivan actualmente tres agrupaciones, de las cuales La Caridad de Oriente es la cumpleañera. Está presidida por Andrea Quiala, quien a sus 80 años está plenamente activa. La vicepresidenta es su hija, Kelly Figueroa. Ambas plantean que los 25 miembros de la agrupación están plenamente comprometidos con la conservación de esta tradición.
Ocho generaciones de tumba francesa
La danza que ejecutan tras el paso de 8 generaciones de danzantes es la misma, una mezcla de los ruitmos de África occidental con bailes tradicionales franceses. Aunque el baile llegó mucho antes, las asociaciones de Tumba Francesa aparecieron sólo tras la abolición de la esclavitud en 1886.
Especificó Andrea que en cada presentación artística del colectivo su hija funge como gobernadora o mayora de plaza, quien dirige las evoluciones en el salón, un espectáculo que en su sede, en el centro histórico de la ciudad, atrae a decenas de turistas.
“Aquello es lo máximo, los extranjeros llegan y quedan como extasiados, les encanta lo que hacemos y están sentados pero moviendo los pies y bailando”, dijo la presidenta de la Tumba, quien agregó que al finalizar terminan con una euforia y una alegría que dan gusto.
La agrupación Caridad de Oriente, fundada en 1862 como “Lafayette” comparte la custodia de esta tradición con la Santa Catalina de Riccis (Guantánamo) y la Bejuco, en Holguín, y fue renombrada en 1905 debido al homenaje que rindió ese año a la Virgen de La Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.