Pablo “Chino” Núñez se siente un venezolano más..

Tuvimos una amena conversación con Pablo Chino Nuñez. Productor y líder de banda, que nació el 25 de Junio de 1961 en Brooklyn, Nueva York, EE.UU.

Además de contar en su haber colaboraciones con las más emblemáticas orquestas de salsa de Nueva York, es ganador del Grammy como productor; percusionista consumado, multiinstrumentista, compositor, arreglista, cantante, director de orquesta y pedagogo.

Sus grabaciones incluyen el trabajo con figuras legendarias como Tito Puente, Héctor Lavoe, Celia Cruz, Johnny Pacheco, Marc Anthony, El Gran Combo de Puerto Rico, Ray Barretto, Willie Colón, Rubén Blades, Gilberto Santa Rosa, Larry Harlow, Tito Nieves, Spanish Harlem Orchestra y muchos otros.

La cercanía de Pablo Núñez

A pesar del recorrido ya descrito, es un hombre bien sencillo y accesible, con un verbo maravilloso hacia todas las personas y con quien nos sentimos en familia junto a sus compañeros músicos de la Lavoe Orchestra.

La entrevista debía comenzar: era mucho lo que Chino Núñez tenía que contarnos y se quedó corto. Entre telones nos confesó que hizo la primera comunión con Tito Nieves (eran vecinos en el mismo barrio y crecieron juntos), se muda y se reencuentra con él tiempo después en la grabación del LP Jhonny Ortiz y Taibori. Allí también conoce al maestro Luis Perico Ortiz, quien produjo el lado B de ese disco y por quien siente una profunda amistad y respeto.

Como preámbulo les comento que en el concierto en que participó con Lavoe Orchestra y Joseph Amado en la parroquia 23 de enero, en Caracas, en diciembre de 2023, más que como trabajadores de prensa, estábamos disfrutando de ese espectáculo.

Al terminar Chino Nuñez observaba que nadie quería irse y dijo desde la tarima: “¡Es que ustedes no duermen, váyanse a su casa, o es que nos piensan llevar con ustedes, hay que desayunar, hay que dormir!”, de forma jocosa. Acto seguido contestaron varios del publico: “¡Vente pa´ la casa , te hacemos desayuno y hacemos una sopa para seguir rumbeando!” Definitivamente Chino Nuñez no se esperaba esa respuesta y solo le quedo soltar una carcajada en pleno escenario. La efervescencia y el gusto que nos hicieron sentir esos caballos de la salsa, ese día, es inolvidable y el director de esos músicos, nuestro entrevistado.

La Entrevista

Esperamos con mucha paciencia esta entrevista, años, días y por fin llegó, el tiempo de Dios es perfecto; así dicen.

– ¿Cómo ha encontrado a Venezuela en esta visita, que le ha parecido esta experiencia musical?

– Primeramente, muchas gracias por darme esta entrevista y la experiencia que he tenido aquí, llegando a Venezuela. Yo viné aquí en 1988 con Ray Barreto y toqué en el Poliedro y en Maracaibo. Luego, desde ese tiempo hasta ahora, no había vuelto a Venezuela; no había pisado su suelo y te digo que ha sido una experiencia maravillosa.

En cuestión de la música, lo más que me impresionó a mí aquí en esta visita fue el Sistema de Orquestas, ¿y por qué?, porque es el futuro de un niño, sea para que ellos sean músicos o deportistas o lo que sea, un niño necesita un desarrollo musical o de deporte o de algo que lo interese y que lo saque de lo normal de hoy en día, que es el celular.

Yo soy uno de esos, me podrían llamar un viejo pero yo digo que en el desarrollo de la formación de un niño (que sirva además para continuar el legado de la música: estoy hablando de cualquier género, puede ser jazz, clásico, puede ser latin jazz, puede ser salsa, lo que sea); en el desarrollo de un niño tiene que formar parte de alguna forma el arte.

Lo que más me encantó fue ver a esos niños entregándose a su instrumento, amando su instrumento, lo que hacen, el interés que le ponen a la música, sea clásico, sea pop jazz, lo que sea, hasta los bailarines que vi también.

Venezuela tiene algo bien especial, porque le están dando una oportunidad a esa juventud de desarrollar su talento, sea el deporte, sea la música, sea lo que sea, hasta si van a ser doctores, si van a ser abogados, es una buena base; claro que sí.

-Maestro, cuénteme un poco, yo sé que usted ha estado en escenarios de gran envergadura y además tiene una buena escuela producto de la experiencia con todas las agrupaciones en que ha estado. Hoy, Pablo Chino Núñez, ¿cómo se proyecta que en estos momentos?, ¿qué es lo que todavía falta por dar para Pablo Chino Núñez?

– Uno nunca sabe lo que viene mañana, pero la idea mía es continuar otra vez el legado de nuestra música, obviamente lo de Héctor Lavoe, y con lo que yo toqué en mi vida. Le doy las gracias a Dios por ponerme en esta carrera musical, ya son 51 años metido en esto. Empecé como percusionista y ahora soy arreglista y director de una de las orquestas más grandes que se ha dado en este negocio.

Proyectando para el futuro, yo espero que esto sea más del éxito que ya es y llegar a diferentes lugares y traer la música de Héctor. Siempre estoy haciendo diferentes cosas en los Estados Unidos, arreglo para Don Perignon, para Gilberto Santa Rosa, diferentes orquestas, nuevos artistas, siempre tratando de desarrollar nuestra música manteniendo el concepto de lo que era, de lo que es y lo que puede ser. Esa es mi meta hasta que el sol se apague, hasta que Dios me llame, voy a seguir.

– ¿Con qué músicos le gustaría grabar?

– Interesante, ¿con qué músicos? Bueno, yo he grabado con tantos y los pioneros, con casi todo el mundo. Casi mil producciones, aparte de lo que he hecho, personalmente, las mías.

Honestamente diría que producir la nueva generación y darle la oportunidad a esos que vienen de formar parte de un legado, o sea, del legado de nosotros del pasado y formar algo nuevo. Eso sería una cosa interesante para mí, es algo que yo, honestamente, abro el corazón completo.

– Se atrevería entonces a ser portador de ese cambio que modernizaría muchísimo más a lo que se está dando en el mundo de la salsa.

– Exacto.

– ¿Qué le parece lo que está haciendo, por ejemplo, Tony Succar?

-Tony es un amigo mío, excelente músico, soy un fan de Tony, tremendo músico, tremenda persona. Aparte de eso, tiene una visión que Dios se la bendiga. Una visión amplia, completamente abierta a lo que sea, a lo que venga. Me gustaría participar haciendo algo con él, sería muy interesante. Ya lo visioné. Vamos a ver, vamos a ver si esto, si él lee esto y me dice “chino, ven para acá. Él es amigo”.

Venezuela y su salsa

– ¿Qué le parece la salsa venezolana?

– Yo he sido fanático de la salsa venezolana desde los tiempos de La Salsa Mayor. Uno de mis favoritos timbaleros, el maestro Alfredo Padilla, el rompe baquetas. Ese era uno de los timbaleros que yo estudiaba, y siempre, cuando los muchachos llegaban a Nueva York, el primero que yo preguntaba era por ese señor. Lo vi más de una vez cuando estuve -creo que era con Willie Colón, o con Héctor, no estoy seguro-, pero fue en California, y estaban en Los Ángeles. Cuando vi a Don Alfredo me quedé en una esquina mirándolo a él.

La salsa venezolana, para mí, desde que empecé en esto escuchar, a La Crítica, a La Salsa Mayor, a La Dimensión, miren, yo soy un fanático de la música venezolana.

-Qué bueno que para usted sean un referente nuestros músicos. Venezuela ha dado unos importantes percusionistas; de hecho, están los Quintero allá en Estados Unidos, por nombrar algunos.

– Sí, sí, mi hermano, mi hermano Robert Quintero, está Luisito, Nené que va de vez en cuando, ahorita creo que se está levantando Anderson Quintero. Entonces, ellos me están poniendo a mí a estudiar de nuevo, porque imagínate, bueno, Luisito fue el que se ganó el puesto mío en la Spanish Harlem, el entro por mí y Roberto tocó conmigo.

Esos son mis hermanos los amo, los quiero e inclusive uno de nuestros hermanos que falleció, Robert Vilera, nos dolió mucho que se haya ido así tan pronto, tan joven y tan pronto y así de momento.

-Maestro, aparte de todo lo que ha vivido musicalmente, ¿qué le ha gustado de Venezuela?

– Estoy en comunicación con mi esposa todos los días, diez días, no me he apartado de mi esposa por diez días en ocho años. Ella me pregunta, “¿cómo está eso?”… La gente me decía “ten cuidado, que mira, que si esto, que si aquello”. Mi gente, y se lo digo de corazón, yo espero que esto llegue a los Estados Unidos porque Venezuela está demasiado, demasiado lindo. Es un país que te acoge y te arropa de amor, porque eso tiene sentido aquí. Un arropamiento de amor, familia, te quieren, te aman. Te puedo decir de Venezuela es que me siento como si yo soy venezolano.

Parecido, pero no idéntico al original

– Volviendo al tema musical maestro, en el concierto pudimos apreciar los asistentes que la Orquesta le dio un matiz, a pesar de que evidentemente no se salieron de los arreglos y que sonaba muy limpio, era como escuchar el LP, bien estilizado. ¿Cómo se logró eso, maestro? ¿hubo algún cambio? No creo que hayan sido los papeles originales.

– No, no son los originales, porque yo fui quien escribió toda la música para esta orquesta, hice las transiciones y sí, tuve que hacer arreglos para la orquestación que tenemos nosotros.

Con Willie Colón eran solo dos trombones. Con Héctor Lavoe, en un punto había una trompeta y dos trombones, en otro punto había dos trompetas y dos trombones. Nosotros tenemos tres trombones y dos trompetas.

¿Cómo logré eso? Me puse a escribir, hablé con Eddie Montalvo, que fue quien me trajo a la orquesta y me comentó: “vamos a hacer una orquesta con los sobrevivientes de la orquesta de Héctor. ¿Tú quieres estar en ella?” Le dije que sí, y que escribiría la música. Hicimos todo lo que teníamos que hacer, escogimos temas. No quería cambiarle tanto el color del tema, me concentré en el arreglo original y pude cambiar estos temas e incorporarla con eso, añadir violines en ciertos temas.

– Quisiera unas palabras finales para estos amigos músicos que en Venezuela piensan que no hay oportunidades, que se les ha hecho difícil este largo camino. ¿Cuál es el consejo que le daría a esos músicos venezolanos que están comenzando, no los han tomado en cuenta y que a veces quieren tirar la toalla, cuál sería su mensaje?

– Mi mensaje es bien fácil. Yo pasé por todo eso, inclusive viví en mi carro un tiempo. Estuve en la calle en un punto que cada vez me sentí agobiado, me sentí que ya no podía más. Muchas veces, me ha pasado que dije, “yo no voy a hacer esto, yo voy a buscar mi trabajo y me voy a dedicar a mi trabajo”. Primeramente, soy padre, soy esposo, soy hijo, soy hermano, soy humano.

Si no nos funciona algo y nos frustramos, lo primero que pensamos es, ya, no voy a hacerlo más. Si esto es lo que tú amas, si tú de verdad quieres ser músico, quieres hacer algo en tu vida en la música, o sea que sea profesional, más que para ir y tocar y tener un buen tiempo, continúa, no tires la toalla.

La música es algo mundial, es un lenguaje que solo el músico habla. El músico que sabe, habla y el músico que no sabe, la puede hablar también. Hay músico que es bueno y el músico que es malo. Todos estamos en el mismo idioma, música, no tires la toalla.

El hecho de que las cosas no están bien económicamente, eso le pasó a cualquiera. Me pasó a mí varias veces, no una vez, sino muchas veces. Sigue la batalla, yo la sigo porque eso es una batalla, siempre es algo diferente. Hoy tú tocas bien, mañana tú tocas mal, mañana no te sientes bien, mañana tú dices, “¡Ay, Dios mío, yo no quiero tocar más!” y al otro día después, te levantas y dices, voy a tocar de nuevo. Eso es parte de ser músico.

Inclusive, es parte de ser un buen músico, porque si te levantas un día y dices: “no lo hago más”, y al otro día te levantas y dices voy para atrás, ese es el corazón que te dice: “vamos, no dejes lo que tú amas”.

Sigue, continúa, estudia, eso es lo más importante; estudia tu instrumento, estudia la música, estudia la profesión y el negocio, porque sin eso, el negocio a ti te puede comer, pero estudia el negocio, sepa lo que está hablando.

Cuando te sientas con alguien que vaya a contratarte para algo, para que sepas que tú tienes valor pon tu valor, y el resto va a ser fácil.

Esa tarde terminamos con café y tertulia de forma amena, sintiendo que conocimos a otro grande que respeta y quiere a nuestro país, agradecidos por permitirnos compartir estos momentos, porque de eso se trata, es lo que nos apasiona.

¡¡Pónle Saborrrr!!