Eduardo Parra Istúriz
Este jueves 10 de febrero tuvimos información acerca de la muerte del maestro del arpa llanera Rafael Ángel Aparicio, también conocido como Uña de Diamante.
Natural de San Juan de Payara, en el estado Apure (estado llanero por excelencia), el maestro Aparicio fue un arpista de altísimo nivel, con cientos de grabaciones y además investigó a fondo sobre el arpa llanera, dado que además de músico era etnomusicólogo y docente. A principio de los años 60 estudió con el gran investigador Luis Felipe Ramón y Rivera, quien lo ayudó a definir su vocación.
Estudió docencia en el área de etnomusicología en la Universidad de Maghill, en Montreal, Canadá, y luego fue profesor en la Universidad de Washington (Seattle, EEUU).
De regreso en su país, creó la organización Las Arpas de Oro de Venezuela, así como la Fundación Cultural Hermanos Aparicio.
En 1997 obtuvo el segundo lugar como mejor arpista del mundo en el Festival Mundial de Arpas efectuado en Seattle, con el aval de la Asociación Mundial de Arpistas.
Compuso gran cantidad de obras, que según sus biógrafos sobrepasan las 500 canciones, entre las que destacan El Libertador, Atardecer Llanero, Recuerdos Caraqueños, El pájaro montañero, Tierra caliente o Guataca criolla.
Desde principios de este año estuvo luchando contra el Covid 19, pero finalmente no pudo vencer esta batalla. Tenía 86 años, dado que había nacido el 2 de octubre de 1935.