Tenía 10 años cuando surgió el equipo Tiburones de La Guaira. Fue deslumbrante escuchar a Delio Amado León y luego la voz de Marco Antonio Lacavalerie, el Musiú. Vengan pa’ que lo vean. El Musiú jamás abandonó a los Tiburones, e impuso el estilo alegre que nos ha distinguido desde que nacimos.
Una historia apasionante es la de los Tiburones, primero a mano de Casanova y luego de Pedro Padrón Panza, el inolvidable guaireño de grandes logros para la divisa litoralense.
Pocos años después vino una zafra gloriosa y luego la guerrilla, tan triunfante como alegre. Luego nos cayó la pava macha. Partió Padrón y la guadaña hizo lo suyo.
Los seguidores de La Guaira perdemos un campeonato pero no la alegría del deporte, de la redonda, de la divisa. Y todos los años recordamos a nuestros Mayores, Luis Aparicio, Ángel Bravo, Luis Salazar, Oswaldo Guillén, Gustavo Polidor, Enzo Hernández, Luis Mercedes Sánchez, Carlos «Café» Martínez, Raúl Pérez Tovar, Norman Carrasco, Alfredo Pedrique y Felipe Lira, entre otros. También glorificamos a Paul Casanova (La Pelota de la avenida Casanova, ¿recuerdan?) Luis Tiant, Loui Piniella, Pat Kelly, y un largo etc.
Este año el chalequeo fue inmenso. Los equipos de provincia estuvieron con nosotros, pero eso no evitó que nos dijeran de todo. ¿Lo más decente? Sardinitas. No ofende quien quiere sino quien puede. No pudieron.
Infinito afecto a Cabrujas, a Petkoff, a Elías Santana, al padre de Reinaldo Iturriza (y a él), al inolvidable productor Christian Moreau, (fallecido por Covid en Colombia), a Johan y a Bemba, a Ildegar Gil y Marcos Mujica, y a todos los Tiburones y Tiburonas de La Guaira.
Seguimos en la esperanza y seguimos siendo equipo de alegría y música. Nadie nos quita lo bailado. Abrazo a mi colega Peter Carrión, León, de padre Tiburón, a quien prometí estas lineas.
¡Ehhhh, La Guaira!