
La Imprescindible y visionaria Gloria Martín a pesar de sus propias aventuras y desventuras descubrió la conexión que hay entre un artista y su tiempo y no cerró los ojos ante la realidad social y política que atravesaban Venezuela y el continente. Por no cerrarlos se topó con Alí Primera y esa yunta fue indestructible, esa sí. Dios los cría y ellos se juntan. Y cómo.
Fue una Bendición que Gloria Martín dedicara un tema a Alí Primera con Alí en vida, es decir, que el hombre que tanto rescató personajes, paisajes, esperanzas y luchas, pudo escuchar un tema dedicado a él. No es un dato menor en un país como el nuestro que rinde homenajes solo cuando la gente se va, si es que los rinden. La historia cultural de Venezuela está llena de desatinos, de egos, orgullos y prebendas. Es un juego pernicioso y es el juego que Alí combatió con toda su alma, pues la corrupción no es solo económica, no señor.
Es por eso que el ejemplo de Gloria Martín, de su terquedad, de su renuncia a la bonanza que su creatividad le ponía por delante, es el que traemos hoy, cuando de Alí Primera se cumplieron ya 84 años de su natalicio. (También es el cumpleaños de nuestro perseverante músico Chachata Guaraguao).
Gloria no es que le escribió una canción a Alí. Es que Gloria tropezó de amor militante con el Cantor y se puso codo a codo con él a construir la Patria Buena. De allí vienen los cantos y la continua batalla por una cultura genuina, no hipotecada a la alienación. Por eso Gloria es Gloria y Alí Primera es el Bastión escudo en la construcción de una real Patria Buena.
A los 84 años del natalicio de Alí, los que siempre lo hemos asumido desde un periodismo sin fronteras ni tapujos, le cantamos ayer su cumpleaños, esperando que el próximo sea más feliz. Vamos, gente de mi tierra.
@lildelvalle





