Lil Rodríguez Nadie en la calle Los Dos Caminos lograba explicarse por qué mi perra cachorra, "Habana" sólo jugaba con aquella perra grande, negra y llena de grasa. Se veían, y en un solo mover de colas soltaban la alegría de cada encuentro. Igualmente nadie se explicaba por qué yo...
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