El reguetón

¡Cuéntale a los demás!

Diego Silva Silva

(Especial – 18/05/2024) La música es un bien cultural producido socialmente y su significado está asociado a aquello que representa, a menos que se pretenda afirmar que algo que no tiene autonomía se representa a si mismo, lo cual es cercano al absurdo. La música es como una metáfora sonora de la vida, con estructura conceptual y asociaciones simbólicas y filosóficas relacionadas con el contexto al que pertenece. Es una construcción hecha y controlada por el hombre desde una esfera de acción social en tiempo y territorio.

La estructura sonora del reguetón

El llamado reguetón se basa en una secuencia rítmica esencial que lo identifica y está protagonizada por una batería. Esta secuencia o célula cabe en cuatro tiempos, o en ocho, según sea la unidad de compás y el denominador utilizado, pero este ciclo repetitivo nos permite generar un juicio de identidad (esto es lo que llamamos pie rítmico que es su impulso métrico-rítmico ).

Dem bow, la base rítmica del reguetón

Sobre esa base repetitiva y con muy pocas variantes se sobrepone un bajo que afirma sobre todo los tiempos fuertes, como una especie de marcha pesante con algunos muy pocos desplazamiento de acento o síncopa (a veces se manifiesta por disminución, es decir, llenando dos veces las mismas figuras en el mismo espacio de una, y da la sensación que es más rápido); prosiguiendo la superposición sonora puede haber una guitarra (o teclado), con figuras rítmicas que tienen cierta similitud con el reggae jamaiquino; a ello se sobreponen efectos digitales que dan la sensación de algo «etéreo», que flota.

Desde el punto de vista armónico, el reguetón se desenvuelve casi siempre en tonalidades menores; este es un rasgo característico que lo identifica, dando la sensación de un aire melancólico o expectante. Es sumamente elemental, no por lo repetitivo (el minimalismo de algunas culturas es reiterativo, pero tiene carácter devocional), sino por la carencia de episodios, secciones o secuencias, en donde se pueda apreciar algún estro asociado a la música como discurso (que es el vehículo, vector o estructura de comunicación en donde colocan sus “mensajes”).

Sus exponentes son casi todos hombres, aun cuando hay algunas manifestaciones femeninas, (el predominio es de interpretes masculinos), con voces de registro medio-agudo y casi todos desde una colocación casi nasal de la voz; en el ámbito de la investigación conocemos este tipo de colocación de la voz en varias formas fenoménicas y significa un sello étnico y estético de algunas comunidades, que tiene carga poética y en algunos casos, precisa de habilidades para lograr ese color o textura; pero en el caso de los exponentes del reguetón el resultante es muy parecido a un balido (es el sonido que emiten las ovejas, los corderos, los ciervos y las cabras) que oscila en registros sumamente pequeños y elementales (extensión de la voz), de manera que lo que escuchamos, mas que un canto, son como las letanías que se usan en algunas religiones, resultando todo esto en un susurro que suelen terminar con una especie de quejido (final de frase, cuando descienden tonalmente), o como si fuese expresión de que algo muy adentro les duele, dando la sensación de ser unas víctimas melancólicas.

Los contenidos del reguetón

Los palabreos del reguetón (no se le puede llamar texto o letras a esas incongruencias que solo buscan vulgarizar la sexualidad) se centran en el desprecio, humillación y descalificación de la mujer por parte de un actuante (hombre), que expresa su superioridad reduciéndola a mero objeto sexual pasivo. Algunos de estos palabreos hacen una invitación explícita al adulterio, presentado como una especie de valor que le significa una supuesta garantía de placer a la mujer que lo práctica; en otros, se le advierte a la mujer que está ante la presencia de un súper varón que se las sabe toda en materia sexual (no hay otro ámbito); que está muy bien dotado, y que cuando lo pruebe se va convertir en una especie de esclava sexual de él.

Quiero aclarar que aun habiendo otros con contenidos diferentes, este es el que se impone en los medios.

Voy a colocar tan solo tres ejemplos del palabreo más común en el reguetón:

«Le pregunte a tu amiga si tú eras una sana
Me dijo al oído que te gusta la banana entonces
Yo le dije vamo’ a hacerlo con la pana
Te vo’ a contar ahora lo que le hice yo en la cama…
La tiré pa’ la cama, la puse en cuatro y entonces le hice juaquete
La miré, la toqué, la besé, la caché y entonces le dije trágate
La subí, la bajé, la senté, la volteé y entonces me dijo cálmate
Yo voy a preguntarte una cosa ahora aquí

Tu tienes novio…Sí
Tu tienes macho…Sí
Tu tienes esposo…Sí
¿Entonces tú que haces aquí?

Ahora yo entiendo lo que tú tas buscando
Me estoy dando cuenta que tu marido en tu casa
Como bobo te está esperando

… Saca leche, tú eres la saca leche
Hay que hacerlo a escondidas pa’ que nadie sospeche
«

Remstone. La Saca Leche

“Tu ere’ bien puta
Es lo que ella busca se difraza y me ejecuta
cuando se convierte en puta
Que le haga un
pal de Willy -¿WTF?- y se lo enjuague por su ruta
Ella sabe con cojones
pero se hace la bruta…

Esa bellaca me llevó secue’tra’o 
la puta me ha deja’o con el picho pela’o
que tú ere’ bien puta, 
que tú ere’ bien puta, 
que tú ere’ bien puta puta puta puta…”

Siente’ – J-King y Maximan Ft Ñenjo flow (2012)

“Tú pusiste el pan
yo pongo el
hot dog
si viene tu amiga
le damo’ a las dos…”

Ta’ borracha hace rato 
y no sabe ya ni lo que dice 
súper loca bien bellaca conmigo quiere venirse
búscate a tu’ amigas pa’ meterle a las dos no coman mierda …”

 ‘Dale Pal Piso’ – Watussi Ft. Jowell y Randy, Ñengo Flow (2013)

El Perreo

Cuando es bailado en pareja, la mujer se coloca de espalda al hombre, agachada, simulando la manera como tienen relación sexual los perros, de allí que se le llame perreo. No podría decir que es un baile precisamente; no tiene coreografías ni movimientos o pasos específicos, cada quién siente su modo de perrear, lo que sí sucede es que a partir de esa posición, la mujer hace movimientos de cadera bastante pronunciados como para que sus nalgas froten al hombre a la altura de sus genitales.

La semiótica del reguetón

Las imágenes que acompañan los vídeos con que promocionan el reguetón son jóvenes que ostentan bienes de fortuna, o que por lo menos dan señal de que son muy exitosos, ataviados de una moda particularmente asociada a ellos; sus gestuales son relativamente las mismas: se contonean airosos y desafiantes, pero a la vez la dinámica corporal que expresan pareciera sugerir que van llevando una carga (es un bamboleo de la espalda que se echa hacia adelante), encorvando las manos hacia adentro del cuerpo y siempre hacia abajo (para ellos no hay arriba), parecieran invitar a la gente a andar cabizbajo, o a una actitud casi penitente. Casi siempre están acompañados de mujeres muy jóvenes de esbeltos cuerpos con las nalgas y caderas prominentes como rasgo recurrente; estas mujeres no cantan, solo se contorsionan y se mueven colocándose casi siempre de espalda al espectador.

Apologías del reguetón

Para Kebra (Jenny Granado, artista visual y DJ brasileña radicada en México), la resistencia que supuestamente representa el reguetón se encuentra en el perreo y los ritmos urbanos y periféricos. Según ella, la discriminación del reguetón, es sinónimo de que no se valora la cultura que no viene de los libros.

 

Kebra

«Tenemos que empezar a comprender que el conocimiento también viene de lugares que no son los libros, como el conocimiento oral que puede ser un baile o música» (Cita completa AQUÍ).

Hay allí una descalificación directa a la cultura que emana de los libros, y a la preeminencia de la cultura oral; me pregunto yo si esta persona no sabe que uno de los alcances más importantes de la humanidad fue la de trascender del oralismo gracias a la posibilidad de dejar testimonios grabados en un soporte material, bien sea en papiro, piedra o papel; pero esto no significa que la oralidad sea una defecto o debilidad de una cultura. Puede haber grupos a los que no les interesa dejar nada grabado, en registro; pero esta no es la característica del grupo social que esta mujer describe (y representa), porque son eminentemente urbanos, y es casi imposible que en el depositario que representan las ciudades las cosas no sean registradas, aun del modo más informal y rebelde, como es el caso de los graffiti, o en los códigos simbólicos (de ámbito cerrado) que manejan algunos grupos delictivos mediante imágenes que colocan en algunos lugares.

Maque Pereyra (bailarina chuquisaqueña creadora de lo que llama yogatón) tiene la osadía de hacer un juego de palabras con la descolonización, que es un elemento emergente en el Siglo XXI en virtud de que se detecta que al no romper con las ataduras de la dependencia, y perpetuarlas consciente o inconscientemente, se sigue viviendo en un ámbito de colonialidad, de subalternidad, que a su vez lleva a nuevos procesos de neocolonización.

Maque Pereyra

«Llevo desde 2016 practicando la desculonización, que es ese aporte decolonial, transfeminista, antirracista de una visión y práctica del perreo»

De modo que para esta exponente, pareciera que la descolonización debe ser sustituida por la desculonización, como forma de liberación, que es según ella decolonial, sin saber que justamente el perreo y lo que conlleva el reguetón es a formas soterradas de sumisión, desde una perspectiva muy banal y soez. Pereyra se dice creadora del yogatón, que según ella es:

«El Yoggaton es (…) una práctica de movimiento, que nos activa a niveles físicos, mentales, emocionales, espirituales y sensuales. (…) Es una combinación de asanas y principios espirituales de yoga, cosmovisión andina, meditación guiada, fitness y perreo.

Nos da la impresión de que Pereyra combina hábilmente la banalización del erotismo y la vulgarización de la sexualidad, con principios espirituales, la cosmovisión andina y la meditación guiada; este es un cóctel de cosas muy diferentes, llevadas artificialmente (y muy forzosamente) a una supuesta activación de niveles espirituales.

Me gustaría saber por qué está bailarina peruana está residenciada en Europa, y es desde allá desde donde emana su invento, que intuyo muy alejado de otras disciplinas de la India, Asia, África y el mundo árabe, porque muchas de las danzas que forman parte de prácticas ancestrales de esas culturas, contienen las particularidades que ella convoca pero desde una práctica más elevada y técnicamente exigente, y creo además, que movimientos como la llamada danza del vientre, requiere de una práctica y disciplina que deja como resultado una corporeidad plena, sana, y una danza sensual y erótica y gratamente poética, pero que no convoca a la sumisión: ni política, ni cultural, ni sexual.

Conclusiones

El reguetón no es la continuidad o sumatoria de estilos o modos de hacer música que fueron mezclándose o combinándose para llegar finalmente a crear lo que algunos llaman género (en materia de clasificación no todo está dicho), y es que si a cada propuesta del mercado (que suele tener caducidad en la medida en que agota sus posibilidades) le vamos a asignar la categoría de género, estamos entonces ante una crisis definitoria y epistémica; puedo decir que el reguetón no es un género desde el punto de vista clasificatorio o taxonómico, es un producto del mercado con sello de fábrica: todos los representantes son de voz atiplada, semi aguda, melosa e intencionalmente desganada, esto hace que se escuche como si fuese un limosnero que clama por atención, y es justamente este aspecto el que permite que la ofensa, descalificación, y disminución de la mujer, suene como si fuese una dulce plegaria; esto es reforzado por el aire armónico de tonalidades en modo menor; a veces suena como un quejido de criatura lactante, de modo que tiene también cierto aire infantil o inocente; su ritmo repetitivo y el pulso moderado que lleva (no es ni rápido ni lento), permite que desde el punto de vista motor invite a la corporeidad a escucharlo incesantemente (como algunos cantos devocionales que están pensados para repetirlos insistentemente): en otras palabras, invita a una actividad motora marcada y continua que tiende a disminuir la tensión cognitiva (así como mucha gente va al gimnasio para desahogarse).

Si sumamos todo lo dicho, no podemos pensar que el reguetón llegó a convertirse en el fenómeno que es hoy debido a su aparente evolución o desarrollo, o a la manera como interactuaron sus exponentes (como sí lo hicieron el Rock, la Salsa, el Jazz y otras expresiones de origen popular de mucha calidad y diversidad); sino que fue un producto de laboratorio que fue experimentando ajustes (lo de la voz limosnera y casi lineal melódicamente es crucial, no exige ninguna cualidad especial para cantarlo y le otorga cierta religiosidad que lo hace atractivo y a la vez misterioso para los jóvenes), hasta convertirse en una manifestación de convocatoria masiva y una industria mil millonaria: los exponentes del reguetón cobran sumas increíbles y el mercado que los representa obtiene ganancias fabulosas.

Hay quienes quieren presentar el reguetón como una especie de bandera de las clases desposeídas, o de los grupos sociales marginados, lo que para algunos le otorgaría un sentido contestatario, pero al tratar de enunciarlo como emblema de rebelión se estaría disminuyendo la capacidad creativa de esas mismas clases, de donde también provienen otras formas de expresión como por ejemplo el Rap, considerado como una forma de poesía repentista urbana, que suele ser profundamente reflexivo, dentro de un esquema musical variado y muchas veces complejo; si el reguetón se desenvuelve predominantemente en entornos sociales de la pobrecía, debe haber entonces alguna intención vinculante de que así sea, por cuanto es en esos sectores en donde radican las fuerzas vivas de lo posible, aquellas que son capaces de transformar las sociedades y de exigir niveles de vida más dignos y humanos.

Una de las defensas del reguetón es presentarlo como un producto de subalternidad rebelde, cuando más bien es una imagen falseada y también manipulada de lo que puede ser una conducta rebelde (propia de los jóvenes); tomemos como ejemplo de esta adulteración de la rebeldía el enunciado de una de sus apologistas: «La desculonización y la resistencia de perrear», que termina siendo justamente una burla a la descolonización, que en esencia es liberarnos de las hegemonías históricas que nos llevan a perpetuar la dominación mediante subterfugios culturales; y una apología de un baile que pudiendo tener sensualidad y erotismo, está rodeado de descalificaciones y vulgaridades en los palabreos de los reguetoneros.

No creo entonces que desde el reguetón se pueda aspirar a ninguna dignificación de la existencia, y esto no lo digo porque toda expresión deba contener elementos críticos, contestatarios, o reflexivos; sino porque el reguetón en su esencia tiende precisamente a atomizar o pulverizar todo rasgo de rebeldía, autonomía, o participación crítica en la sociedad, por no hablar de su absoluta carencia de poética o de energía vital para la vida, que sí se manifiestan en otras expresiones aun y cuando hayan sido concebidas estrictamente con sentido de entretenimiento o relax (como las llamadas músicas bailables).

Un periodista ha dicho que no por escuchar a Alí Primera, por ejemplo, la gente se va a hacer revolucionaria o va a participar de procesos de transformación social, pero yo puedo decirle que el poder de una canción es muchas veces desconocido y puede motivar reflexiones muy profundas. Si no lo cree, que revise cómo algunas de ellas han sido los pronunciamientos de movimientos de rebelión en el mundo, aún y cuando no hayan sido concebidas para ello.

Es verdad que no solo por escuchar reguetón la gente se va a hacer propensa al desprecio a la mujer y a verla como objeto sexual pasivo y utilitario, pero de que el reguetón convoca a ello, convoca.

Si termino con la introducción puedo contrapuntearme del siguiente modo: la música es un bien cultural producido socialmente y su significado está asociado a aquello que representa. ¿Qué representa el reguetón?…

La música es como una metáfora sonora de la vida, con estructura conceptual y asociaciones simbólicas y filosóficas relacionadas con el contexto al que pertenece: ¿Cuáles son la metáfora, la estructura conceptual y las asociaciones simbólicas del reguetón?.

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