Trump innavideño

¡Cuéntale a los demás!

Lo de él es la guerra, aranceles, la amenaza, la ambición y la verborrea mediática, pensando que pasará a la historia como un hombre de paz… bueno, que ya le dedicaron uno..

Detrás de tanta amenaza hay otro objetivo: desdibujar nuestra identidad. Sabe que los pueblos del mundo reconocen nuestra cordialidad, solidaridad y alegría, aparte de la musicalidad, que bastante han tratado de anular el oído venezolano y caribeño.

El señor anaranjado se acompaña de una esposa que no quiere que le vean el rostro (imaginamos que por su vergüenza de inmigrante no despojada. De ahí los estrambóticos sombreros.)

Bien, le tenemos malas noticias al señor naranja. La familia venezolana tiene en la memoria el listado musical que se escuchará en los hogares que, con mucho o con poco festejamos la llegada del último mes del año, cargado de simbolismos y esperanzas.

Ya la próxima semana en día miércoles será 24 y al día siguiente será Navidad, la celebración del nacimiento de un niño Jesús que nació en Palestina. Les arde. Lo quieren invisibilizar a punta de masacres. No podrán.

En el caso venezolano tampoco podrán. Tenemos el listado musical de Navidad más poderoso del continente, y junto a él una rica tradición que no estamos dispuestos a perder, porque entre hallacas y ensalada, y los obsequios que se puedan poner a los pies del Niño Dios en el pesebre escucharemos nuestros cantos populares y de tradición: Feliz Navidad, Cantares de Navidad, Parranda en Navidad, Cantemos con alegría, El niño Jesús venezolano, Fiesta Decembrina, Aires de Navidad, Mi burrito sabanero, Tucusito, Fuego al cañon, Si la Virgen fuera andina, Niño lindo, Noche de paz.

Prepararemos la mesa y encenderemos la luz. Con lo que tengamos, pero prepararemos y encenderemos la Luz con un ojo acá y otro en la distancia pues sabemos, por historia…

No podrán. Feliz Navidad.

@lildelvalle

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